La ínsula: ¿Cómo debe ser la relación de España con Marruecos?
Borja Sémper y Eduardo Madina comentan en La ínsula de Más de uno las relaciones de España con Marruecos tras la crisis política y humanitaria en Ceuta. Además, comentan el proyecto 'España 2050' presentado por el gobierno.
A comienzos de esta semana se producía la llegada masiva de personas a Ceuta que llegaban nadando desde Marruecos. Las autoridades calculan que alrededor de 8.000 y 9.000 personas, entre los que había miles de menores, cruzaron la frontera en la zona de El Tarajal. Como respuesta, el gobierno de España movilizó al Ejército en las posiciones fronterizas y el presidente Sánchez acudió a Ceuta y Melilla para calmar los ánimos de la población y ayudar a estabilizar la situación.
Una crisis humanitaria
La crisis que se ha desencadenado esta semana, que ya venía incubándose desde hace años, por encima de ser una crisis diplomática entre España y Marruecos, "es una crisis humanitaria", sostiene Madina, que espera que se arreglen pronto las relaciones entre ambos países. En concreto, a España le conviene llevarse bien con Marruecos porque implica tres elementos fundamentales: la política antiterrorista, la política migratoria y la política sobre la pesca y el comercio.
Sémper cuestiona cuál debe ser la relación de España con un gobierno como el marroquí, que "ha empujado a la gente para que sirva como ariete de presión a España". Entre las miles de personas que llegaron a Ceuta arriesgando sus vidas, también se encontraban miles de niños y bebés. El hecho de que Marruecos utilizase a esos menores para desestabilizar a España, es algo que "complica mucho la interlocución con Marruecos", relación diplomática que, según explica Sémper, no ha sido nada fácil en las últimas décadas.
Por su parte, Madina sostiene que le ha llamado mucho la atención cómo trata Marruecos a sus propios ciudadanos, cómo les utiliza en términos mercantilistas y como se sirve de las vidas humanas "como instrumento de presión política y diplomática". Además, en esta crisis también se ha mostrado cómo un sector de la sociedad española "se ha mostrado totalmente deshumanizada con quienes venían desde Marruecos jugándose la vida en ese paso de agua", dice Madina sobre Vox y todos los que determinaban que se trataba de una invasión. Por el contrario, Sémper se queda con la imagen de España de los militares y voluntarios de la Cruz Roja ayudando a los inmigrantes.
La España del 2050
El gobierno presentó ayer el plan 'España 2050' sobre las medidas necesarias para transformar España durante los próximos 30 años. Tanto Sémper como Madina ven con buenos ojos la existencia de un plan de futuro, con proyecciones y propuestas de cambio a largo plazo. Sin embargo, ambos coinciden en que lo verdaderamente urgente es solventar los retos a los que se enfrenta España actualmente.
Madina insiste en la actual necesidad de "un proyecto de país" consensuado por las distintas fuerzas políticas y sociales. Además, sostiene que la aceleración del mundo contemporáneo es tal que hablar ahora de la España en el 2050 puede no resultar fructífero: "Me temo que ninguna de las palabras que dicen hoy los políticos seguirán vigentes en las próximas décadas".
Para Sémper , el análisis a futuro es bueno y para él, el problema es que, "a veces, las buenas ideas y propuestas no son analizados en función de su contenido sino en función del emisor que lo propone", comenta sobre la mayor importancia que se le da al quién sobre el qué.
Los dos comparten la consideración de que, por el momento, lo necesario es solucionar el problema del paro -con 4 millones de personas desempleadas en nuestro país- la deuda pública, el déficit, las pensiones y tantas otras cuestiones presentes. De hecho, la España del 2050 será de una manera u otra en función de cómo se hagan algunas cosas muy relevantes a día de hoy.