El monólogo de las ocho: "No tiene ningún sentido pedirle su apoyo a quien no está dispuesto a darlo"
Rafa Latorre reflexiona en su monólogo sobre el PSOE, PP y Vox, el apoyo de Ayuso a Feijóo y ERC y Junts y la muerte de Sinead O'Connor.
Lo peor que le puede ocurrir en este trance es que parezca que ha convocado un concurso de ideas para investir a Feijóo. Dicen que somos cada vez más literales y que cada vez nos cuesta más entender la ironía. No todos, no todos, pero es verdad que hay gente a la que le cuesta entender más que la ironía el sarcasmo.
Es que hay quien está analizando en serio la propuesta de Iván Espinosa de los Monteros, de Vox, cuando es evidente que se trata de una rechifla. Vox suele describir al PP como ingenuo por seguir confiando en ese animal mitológico que es el PSOE bueno y esta oferta está hecha con esta sorna. Pero, como hay quien se lo toma en serio, habrá que explicarlo como si fuera en serio.
¿Cinco diputados buenos? Como los voluntarios de Chernóbil que iban a recoger grafito en el techo del reactor 2. ¿Qué se creen, que las listas las hace Page? Sánchez ha hecho un grupo parlamentario a su medida. Pero, no se dan cuenta de que el pensaba resistir a una debacle. Ha creado un núcleo resistente. ¿No recuerdan lo que pasó? A Page le cambiaron todas las listas y terminó tragando. A Lambán también se las cambiaron enteritas. Hubo amenazas de implosión en aquel Comité Federal previo a la campaña y no pasó nada. No tiene ningún sentido pedirle su apoyo a quien no está dispuesto a darlo. Y no van a ser los sanchistas quienes aporten los votos para derogar el sanchismo.
La derecha tiende en general a la histeria y hay veces en que lo urgente es esperar
La derecha tiende en general a la histeria y hay veces en que lo urgente es esperar. Feijóo no está en cuestión porque a nadie le conviene y, además, porque él se ha ganado el respeto de sus barones: asumió las riendas de un partido en Guerra Civil y al borde de ser sobrepasado por Vox, lo pacificó, contribuyó a dotar de la mayor cota de poder territorial del que ha gozado jamás en la historia y apenas un año y medio después lo ha hecho ser el más votado en unas elecciones generales.
Y luego, además, quién sabe lo que ocurrirá. Porque van a lograr que parezca que Sánchez ha ganado las elecciones. Sánchez hoy depende de Carles Puigdemont, si alguien cree que esa es una situación ideal para la investidura, esperen porque aún queda algo más. Es imposible gobernar un país con una mayoría transideológica de partidos nacionalistas enfrentados entre sí y con el veto del Senado y con las comunidades en manos del PP. Imposible. Se puede lograr una investidura, pero no se puede gobernar.
Cada votación es un Vietnam. Miren sólo lo que hoy ocurre en el País Vasco, donde el Gobierno se divide para impugnar la ley de vivienda. ¿Qué medidas económicas va a aprobar Sumar con Junts? Es que el Gobierno necesitaría en cada votación el sí de Bildu, el sí de Esquerra, el sí del PNV y la abstención de Carles Puigdemont. Y luego además cuando le planteas el techo de gasto al Senado te lo tumban.
El liderazgo de Feijóo no está en discusión, el PP ha ganado las elecciones
A ver si con sus espasmos, el PP va a terminar convencido de que esta situación agónica es una mayoría absoluta de Sánchez. El liderazgo de Feijóo no está en discusión, el PP ha ganado las elecciones y las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez serán largas y tortuosas. Está muy bien que en Génova aclaren que Feijóo no hará como Rajoy y que si el Rey se lo encomienda se presentará a una investidura sin apoyos suficientes. Porque hay herramientas parlamentarias que pueden servir a un fin distinto para el que están concebidas. Y una investidura, por más que fallida, permite exponer un programa de gobierno, contrastar tu discurso con el de tu adversario político y además demuestra que eres el ganador de las elecciones y has hecho todo lo posible para evitar una repetición de los comicios.
Hoy Isabel Díaz Ayuso ha desautorizado muy convenientemente a Esperanza Aguirre, que la señaló como la esperanza (valga la redundancia) del Partido Popular. La presidenta de la Comunidad de Madrid ante las insistentes preguntas ha informado de que el PP es un partido de principios que no va a abrirse en canal, otra vez, para expulsar ahora Feijóo.
Por cierto que antes decía Ayuso eso de «no somos podemitas». Es que en Sumar se está viviendo una situación delicada. Podemos ha hecho una declaración unilateral de independencia. Cuando dice que sus cinco diputados sólo responderán a la disciplina de Podemos, lo que han hecho es escindirse y complicarle horrores la vida, no sólo a Yolanda Díaz, sino también a Pedro Sánchez. Porque si además de con Sumar, Bildu, Esquerra, PNV y Junts, ahora Pedro Sánchez tiene que negociar con Podemos, lo mejor será que vaya encargando un nuevo póster electoral y nos mande a otras elecciones, ya sean en Navidad.
Lean ustedes el tuit con el que Pablo Iglesias ha despedido a su amigo Pablo Echenique. Verán por contraste dibujado el perfil de Yolanda Díaz. Un perfil nada favorecedor: «Hay más dignidad y heroicidad en tus 40 kilos y en tus dedos frágiles manejando una silla que en todos los políticos cínicos y sonrientes que progresan y flotan como corchos porque se saben esconder durante los combates».