El monólogo de las ocho: "Sánchez todavía no ha respondido a una sola pregunta"

Hoy vamos a hablarles mucho de la corrupción, lo haremos con las debidas presunciones aunque me temo que esa es una sutileza que ha quedado muy atrás en la conversación pública.

Les vamos a hablar de presunta corrupción en primer lugar, deportivo. Aunque ya saben que el deporte tiene tanto que ver con la política que a veces resulta indistinguible. Es el caso de nuestro siguiente protagonista. De linaje socialista y antaño relación de confianza con Pedro Sánchez. Si hoy Luis Rubiales no ha sido detenido es únicamente porque cuando la Guardia Civil llegó a su casa de Granada, él se encontraba en la República Dominicana.

No ha sido por el pico a Jennifer Hermoso. Esto suena más grave… con las debidas presunciones, porque se trata todavía de una investigación policial y las presunciones ha de retirarlas un juez.

La UCO ha registrado la casa de Rubiales en Granada y ha detenido a su brazo ejecutor en la Federación de Fútbol. Es el abogado Tomás González Cueto considerado el artífice en la sombra del contrato con Arabia Saudí para la Supercopa de España, que unió para siempre los nombres de Rubiales y Gerard Piqué.

Las intervenciones se enmarcan en un investigación vinculada a presuntos hechos delictivos que se asocian a la corrupción en los negocios, administración desleal o blanqueo de capitales. Con Cueto hay siete detenidos y si no hay ocho es porque a Rubiales le ha pillado con un océano de por medio.

Que algo ocurre después de algo o coincidiendo con algo no tiene porque indicar que es su causa. Lo que pasa es que en política una coincidencia tal, que requiere tal despliegue de voluntades, es poco probable. Lo cierto es que aparecer el nombre de Begoña Gómez en una serie de informaciones y empezó el ventilador a girar. Hasta que el ambiente se hizo irrespirable.

La sesión de hoy ha coronado una nueva sima. No una nueva cima, de la ceremonia parlamentaria.

Ha sido aparecer Begoña Gómez y ya han señalado al novio, a la hermana de Feijóo, a su mujer

Ha sido aparecer Begoña Gómez y ya han señalado al novio, a la hermana de Feijóo, a su mujer… y todos se han explicado mejor o peor, excepto Pedro Sánchez. Cuando su caso implica a los cabecillas de una trama corrupta que habitaban el corazón de la administración y el rescate multimillonario de una compañía que impulsó mediante el patrocinio la carrera.

Isabel Díaz Ayuso ha comparecido tres o cuatro veces. Sánchez todavía no ha respondido a una sola pregunta, porque de hecho ha ordenado a sus ministros que conviertan el Congreso en la Asamblea de Madrid y a su Gobierno en la oposición del gobierno madrileño.

Toda pregunta encuentra la misma respuesta, Ayuso. Cuando lo único que tiene hoy Ayuso es un novio sometido un proceso por un posible fraude fiscal, que es algo malo desde luego, pero distinto de la corrupción.

Si Pedro Sánchez insiste en no ofrecer explicaciones le obligarán a ofrecerlas

Hoy Alberto Núñez Feijóo le ha dicho que se acabaron los subterfugios y le ha puesto un ultimátum. Si Pedro Sánchez insiste en no ofrecer explicaciones le obligarán a ofrecerlas. Se entiende que mediante una comisión de investigación en el Senado que perfectamente puede convocar a declarar a Begoña Gómez, para que explique las reuniones confirmadas con los dirigentes de la aerolínea.

Pero, el ventilador, que tiene la fuerza del reactor de un avión, miren que figura tan oportuna… la turbina de un avión de Air Europa como ventilador para llenarlo todo de mugre y de confusión…. decía que la turbina ha sacudido a hermanos, a novios… siempre ajenos. Los propios son intocables. Hasta han señalado a la mujer de Feijóo, que francamente tiene un currículum que ya quisiera hasta Feijóo. O sea, que si Javier Hidalgo se reúne con ella sería más bien para pedirle patrocinio, no para ofrecérselo. Es que ha trabajado para empresas tan próspera como Zara Home, L'oreal o Kraft. Lo mismito que Begoña Gómez, vamos.

No es lo más adecuado que sea precisamente la ministra de Hacienda la que se dedique a estos menesteres tan sucios

Pero como todo vale… la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la ha señalado haciéndose eco de una noticia que ya ha sido desmentida.

No es lo más adecuado que sea precisamente la ministra de Hacienda la que se dedique a estos menesteres tan sucios. Si además se trata de la consejera de Hacienda del gobierno andaluz de los Eres, ni les cuenta. Bueno, al menos se ha hecho eco de una noticia ya publicada y no de datos confidenciales de un contribuyente. Algo es algo. Vamos avanzando.

La sesión ha continuado con exabruptos como que Isabel Díaz Ayuso había apretado el gatillo para matar a los ancianos de la residencia durante la pandemia. Afirmaciones que Francina Armengol, tan expeditiva cuando llaman dictador a Sánchez, ha dejado pasar. Hombre, a ver si va a ser peor dictador que asesino.

El paroxismo ha llegado en un intercambio de la ministra de Igualdad Ana Redondo con el encargado de esta materia en el PP. Jaime de los Santos.

Luego se ha ido a disculpar la ministra de Igualdad con el diputado del PP. Lo que la honra, porque ha debido de entender mal porque De los Santos ni mencionó ese tema. Habló sí de los prostíbulos de la trama corrupto y mezcló ahí de todo pero, no desde luego los asesinatos de esos pobres niños. Y hombre, lo que sí es indecente es utilizarlos para atacar al adversario político, eso es lo indecente.

Claro todo este espectáculo desplaza lo que tiene verdadero interés para el futuro de España

Claro todo este espectáculo desplaza lo que tiene verdadero interés para el futuro de España que son las pretensiones de los independentistas de romper la igualdad fiscal para convertir a Cataluña en lo que los frugales son en Europea pero en España. Esto lo ha desvelado hoy en una conferencia Pere Aragonés. Quiere la soberanía fiscal, para primero decidir cuánto contribuye Cataluña a la hucha común y luego ya independizarse para no contribuir nada. Hoy al menos a Pere Aragones le ha contestado un socialista que no es Emiliano García Page. El asturiano Adrián Barbón.

VÍDEO DEL MONÓLOGO