La mirada cítrica: "Pink Floyd sería un baby boomer"

Saludos amazónicos. Hoy el hombre más rico del mundo, Jeff Bezos, abandona su puesto en la empresa que creó hace 27 años, un cinco de julio, y como manda la tradición americana, en un garaje, nació una pequeña distribuidora de libros, Cadabra.com que pronto cambió de nombre a Amazon. Superó el efecto 2000, la crisis punto.com, la Gran Recesión y ha sido uno de los pocos triunfadores durante la pandemia. Tras Apple, Amazon es la segunda compañía en superar el billón de dólares de valor y Bezos abandona su puesto de Consejero Delegado. Y es que Amazon se le queda pequeña. Incluso la Tierra se le queda pequeña. El día 20, junto a su hermano bombero, se subirá en una de sus naves espaciales, de su compañía Blue Origin, para estrenar sus viajes turísticos por el gran azul. El año pasado Amazon ganó más de 21 mil millones y facturó casi 400.000 millones de dólares. Vamos, para hacernos una idea, más que el presupuesto del Estado y el gasto del sistema de pensiones español juntos.

Hoy también nacía Pink Floyd, allá por 1964. Para el ministro Escrivá, Pink Floyd sería un baby boomer. Y sigue la polémica.. El ministro Escrivá en "Al Rojo Vivo" ha reabierto la cuestión al decir que hay que evitar que los jóvenes carguen con el gasto en pensiones de los baby boomers, vamos, con las pensiones de sus padres. Lo cual no deja de tener su cosa, pues en eso consiste el sistema público de pensiones, en que las nuevas generaciones pagan las pensiones de sus antecesores, pero claro eso funciona cuando las nuevas cohortes de población son más numerosas que las precedentes.

El ministro de la Seguridad Social vive siempre al límite y sobre él recae la responsabilidad de la nueva frontera en el sistema de pensiones. Una de las claves del futuro de las pensiones pasa por la actividad económica, la productividad y el empleo. Un día como hoy, en el 54, Elvis Presley grababa su primer disco, That´s all right, mamma.. Hoy andamos a vueltas con la confianza del consumidor que aumenta a niveles pre-pandemia y con los indicadores de actividad de la eurozona, que avanzan al mayor ritmo de los últimos 15 años.

Tras la Covid-19 hay ganas de coger ritmo.

​