La mirada cítrica: Ayudas multimillonarias en medio de un contexto económico de retroceso en el empleo
Ignacio Rodríguez Burgos pone su mirada cítrica en el escándalo de Plus Ultra, que llega a la Justicia y a Bruselas.
En la guerra de las baterías Extremadura toma la delantera. Contará con una fábrica de baterías para coches eléctricos en Badajoz y otra de cátodos en Cáceres, cerca de las minas de litio. Proyectos que ha presentado el gobierno extremeño, por una vez, el pez chico se puede comer al grande.
Los coches marchan revolucionados. La actividad económica no remonta y las ventas tampoco. Han anunciado inmensas inversiones pero reclaman más apoyo del Gobierno. Defienden un plan de modernización del parque móvil con el achatarramiento de 19 millones de vehículos hasta 2030 en mitad de un proceso de reconversión hacia el coche eléctrico. Y aquí puede haber más de un choque con la realidad. Faltan puntos de recarga
Quien está acostumbrado a los choques es el líder de Podemos que abandona el martes el Gobierno. Pablo Iglesias se va sin haber resuelto algunos de sus planteamientos más estratégicos. Se marcha sin orientar la reforma laboral, sin concretar la de pensiones y sin clavar la bandera en el tejado de la Ley de la Vivienda con el control de los alquileres. Calviño y Ábalos se resisten.
Ábalos es otro de los grandes protagonistas del día a cuenta de Plus Ultra. Este escándalo lleva sobrevolando la realidad española desde hace más de dos semanas, desde que el Consejo de Ministros aprobó su rescate con una inyección de 53 millones de euros. Hacienda dice que las ayudas se concedieron apoyándose en tres informes, entre ellos uno de la Agencia de Seguridad Aérea, que depende del Ministerio de Transportes que dirige Ábalos, el mismo ministro que se reunió con la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, en un avión en Barajas. Los principales accionistas de esta aerolínea son cercanos al Gobierno de Nicolás Maduro.
La vicepresidenta Calviño recordaba que para recibir ayudas públicas las empresas no pueden tener intereses en paraísos fiscales. Pues bien, algunos de sus accionistas cuentas con sociedades en Panamá, paraíso fiscal según Europa. El gobierno insiste en que es una compañía estratégica, pero solo cuenta con un avión y sus vuelos apenas representan el 0.03% de los vuelos totales registrados en España.
Ayudas multimillonarias a una empresa concreta que se deciden en medio de un contexto económico de nuevo retroceso en el empleo y en el PIB. La polémica de Plus Ultra ha centrado la Sesión de Control del Congreso. El PP reclama una Comisión de Investigación y Cs la comparecencia de cinco ministros. Al final, capotando, la última palabra la tendrá Europa.