El dinero que viene 22: Criptomonedas por el mundo
El dinero se mueve rápidamente por todo el mundo… Yo prefiero meterlo en el bolsillo y llevarlo a visitar otros países, pero Ana Comellas ya nos ha contado que hay formas mucho más rápidas, aunque menos placenteras, de moverlo.
Esto de mover el dinero por la red hace que se mueva a la velocidad del bit. Vamos a dar un paseo por el planeta, montados en las anacoins, aunque para poder salir del estudio, mejor viajamos en bitcoines, ¿te parece?
¿Primera parada?
El Salvador, que nos da la noticia del día.: es el primer país del mundo en aceptar bitcóin como moneda de curso legal. Se podrá utilizar en cualquier transacción y todos los agentes económicos estarán en la obligación de aceptarla.
¿Eso significa que podré ir al supermercado y pagar en bitcoins? Exactamente. Actualmente la moneda oficial es el dólar estadounidense y el gobierno garantizará la convertibilidad del bitcóin a dólar en todo momento. Nayib Bukele, el presidente, confía en que la Ley Bitcoin traiga inversión, innovación e inclusión financiera para el país.
Nos vamos a Indonesia. Y allí pagamos en rupias indonesias… No queda otro remedio… allí está prohibido hacer transacciones con criptomonedas, pero no comprarlas o venderlas. Serían depósito de valor pero no medio de pago. Indonesia está viendo cómo aumentan las transacciones digitales y cómo sus vecinos China, Tailandia y Corea del Sur están ya en diferentes fases de digitalización, así que anunció hace un par de semanas que emitiría su e-rupia.
Cuánta e-moneda… al final todos los bancos centrales tendrán la suya y podremos operar y cambiar rápidamente de divisa, y tendré que tener una cartera con contraseña inolvidable… Nerviositos están en la Reserva Federal, Juanra… Tienen la divisa más deseada del globo y no tienen e-dólar todavía. Pero hace ya unas semanas que Lael Brainard, el gobernador de la FED, anunció que se ponían en marcha. La primera en la frente: la pandemia ha demostrado lo importante que es dar acceso al dinero a toda la población, especialmente en momentos de crisis, y la Reserva Federal quiere garantizar una provisión monetaria suficiente on-line y off-line.
Y el off-line ya no significa sólo dinero impreso, sino también dinero digital sin acceso a internet, para la población que no tiene cuenta corriente pero sí teléfono móvil. También comentábamos que con la creación de otras monedas digitales de banco central en el mundo, el dólar corre el riesgo de quedar desplazado en las transacciones internacionales, como veíamos ayer con el e-yuan.
Esa es la segunda, la del corazón. Y la tercera son las llamadas stablecoins, criptomonedas tipo token referenciadas al dólar. Temen que puedan ser confundidas con el propio dólar aunque sean de emisión privada, y no quieren verse envueltos en líos de inestabilidad, ineficiencia energética o mala gestión.
[[H3:“Diem”, la antigua “Libra” de Facebook. ¿Es una criptomoneda o una stablecoin?]]
Pues ambas… cuando nació como Libra, era una moneda digital para ser utilizada por los usuarios Facebook, Messenger, WhatsApp y todas las aplicaciones del grupo. Esta moneda se utilizaría en una plataforma de pagos independiente, en la que participaban empresas como Paypal, Visa o Mastercard ofreciendo diferentes servicios de pago, como hacen con otras divisas. Para evitar la volatilidad, Libra contaría con el respaldo de un conjunto de divisas reales y otros activos.
Como puedes suponer, esta sí que era una amenaza para el sistema de pagos global, muy por encima del resto de criptomonedas juntas, porque utilizaba blockchain pero evitaba la volatilidad, y sus usuarios no iban a ser unos cuantos, sino todo el mundo, literalmente.
“Te mando 100 libras por WhatsApp”, por ejemplo, desde mi móvil al de Agustín Alcalá.
Exactamente… por eso ahora se ha reformulado y se llama “Diem”. Y es una stablecoin, con la particularidad de que no estará referenciada sólo al dólar, por ejemplo, sino que en cada país, podrá cambiarse por la moneda nacional. Al mandarle ahora 100 diems a Agustín, tú cambias aquí euros por diems y Agustín allí diems por dólares.
La criptocreatividad es infinita… Mañana, criptoimpuestos, creatividad impositiva.