El cuaderno de Chapu: "Scholz y yo"
El cuaderno de Chapu Apaolaza en La Brújula en el que escribe sobre el encuentro entre Pedro Sánchez y el canciller alemán Olaf Scholz.
Notas del 17 de enero, se ha aparecido Sánchez en Moncloa con el canciller alemán Olaf Scholz. Al lado de Scholz, Sánchez es Robert Redford. ‘Scholz y yo’ y va de que Sánchez presume de ser colega socialdemócrata del nuevo primer ministro alemán. Ya era el ministro de finanzas, pero no importa, porque todo lo que ocurre es signo de un nuevo tiempo de bonanza, signos de una nueva era de relaciones que comienza discrepando sobre las reglas fiscales, el modelo de energía verde, la compra de energía, la obligatoriedad de la vacuna y sobre el covid.
Pero a Sánchez le gusta mucho lo bilateral y a Europa le gusta Sánchez porque de lejos, Sánchez, a quién no le va a gustar, si va a parar la extrema derecha, si es una barrera a la polarización y si le habla al oído la cierva blanca de Sertorio. Desde Europa, la España pedrista desde Canadá es como Trudeau, que nos parece simpático porque lleva los calcetines de colores, como San Sebastián, que quiere vivir allí gente que no ha estado allí en su vida.
Scholz y Sánchez componen una pareja curiosa, pero cuidado con Casado y Garamendi, que han aparecido juntos en un acto y han escenificado su reconciliación tras el choque por la reforma laboral. Garamendi ha dicho que se llevan muy bien, a ver si van a tener que colgar una foto juntos en la cama como John Lennon y Yoko Ono desnudos y se oyó gritar a alguien: la culpa de todo la tiene Garamendi. Es sabido que lo de Yoko Ono tuvo mucho pelo. Cuentan que cuando murió Lennon se oyó a MacCartney decir: “Uno menos para repartir”.