El cuaderno de Chapu: "Quién quiere agua caliente teniendo el progreso"
El cuaderno de Chapu con las notas que ha apuntado del día.
Hoy traigo que las empresas energéticas amenazan con irse de España por el sablazo fiscal del pacto Sumar PSOE. A mí me parece muy bien, la calefacción debilita a los occidentales, cuánto mejor empieza el día con una ducha fría. Vivía en Cádiz en una azotea de la plaza de España a ver pasar las estrellas y, por mi natural diletante, todo lo que se me ocurría eran metáforas sobre el ronroneo de los barcos del muelle y el levante y nunca tenía tiempo de ir a por Butano y pasaba los inviernos duchándome con agua fría como un franciscano, tartamudeando bajo el chorro. Las comodidades son enemigas de la lírica, terminas hablando del infinito como Zapatero.
Quién quiere agua caliente teniendo el progreso. La coalición progresista y tenacillas, planchar hasta las tres de la mañana, comer insectos, viajar en tren, ponerte la ropa de un muerto de Salamanca y comer pollo por Nochebuena, un pollo libre y feliz que corre por la dehesa como un runner de la Behobia San Sebastián.
Si se van las energéticas, que se vayan, y el Mercadona y los ricos y los fachas y los aficionados a los toros con su humo del puro, y los que van a misa, los grandes tenedores, los cazadores, los criadores de perros y de agapornis, los que besan las manos a las señoras, los Cayetanos, pelderics, heteronormativos, flacos fit los carnívoros, los maderos, los monárquicos, Doña Leonor que se vaya también. Solo va a quedar Puigdemont y Otegui de primera comunión, un poco en ese momento del atardecer en el que se ha ido todo el mundo de la playa y alguien dice: ahora sí que se está bien aquí.