El cuaderno de Chapu: En la muerte de René Robert
La reflexión política de Chapu Apaolaza que anota en su cuaderno en La Brújula.
Notas del 27 de enero. He apuntado que a veces sucede que una escena pone en cuestión a todas las demás escenas. Chesterton vio una niña pelirroja en un suburbio inglés tan apestoso y con tantos piojos que habían decidido rapar el pelo a todos los niños.
En 'Lo que está mal en el mundo' Chesterton escribió: "Con el pelo de una golfilla del arroyo prenderé fuego a toda la civilización moderna. A su alrededor la trama social debe oscilar, romperse y caer; los pilares de la sociedad vacilarán y los tejados más antiguos caerán, pero no habrá de dañarse un pelo de su cabeza".
Hoy hemos sabido que el fotógrafo René Robert ha sido encontrado muerto por hipotermia cerca de la plaza de La République de París. Cuentan que salió a pasear, se desvaneció, quedó tendido en el suelo y durante nueva horas nadie se paró a preocuparse por él. Nadie llamó a la policía y nadie pidió una ambulancia.
La peor parte de la crónica es cuando dicen que lo confundieron con un mendigo, como si la vida de un mendigo no valiera nada, como si de saber que no era un mendigo, hubieran hecho algo.
Leo las otras noticias del día y en todas aparece René Robert muerto en París con su hipotermia, su coreografía de gentes que pasan, como un retrato de una civilización sin puntilla.
De pronto, todas las cosas quedan en cuestión: el sonido sincopado con que el vino pasa por el cuello de la botella y cae en la copa, las risas de los de la mesa del fondo, los logros en sanidad, las parejas de enamorados cuando eligen el nombre de su primer hijo, el llanto del niño que nace y la esperanza en general tienen hoy un sentido distinto, un brillo apagado.
Un hombre pasó nueve horas tirado en una calle de París y nadie se paró a socorrerlo.