La carta de Ónega a la electricidad: "Has destrozado el principio de que todo lo que sube, baja"
Fernando Ónega dirige su carta a electricidad, tras la escalada de precios
Y buenas noches, luz eléctrica. Buenas noches, electricidad. Estás que te sales. Subes más que el precio del centollo, la nécora y casi tanto como las angulas en Navidad. Subes incluso más que el entusiasmo del Gobierno, que presume de haber recuperado todos los niveles previos a la pandemia. Eres uno de los eslabones de una cadena que se describe así: sube el precio del gas, el gas te hace subir a ti, tú haces subir a otros productos, y al final de la cadena, ¿quién está? Yo mismo. Y usted, el oyente. Y el que no es oyente. Y delante de nosotros, un arcoíris que cubre todo el horizonte con una sola palabra: inflación.
Cuenta la leyenda que hubo una vez un jefe de Gobierno que dijo algo así: conmigo no vas a poder, luz eléctrica; usaré todos mis poderes para domarte; haré que vuelvas al nivel de 2018. Votantes y no votantes, nos engatusamos con esa promesa de nuestro gigante gestor que todo lo resuelve por arte de magia. Pero fueron pasando los días y fueron pasando las noches, y creo que la palabra que más utilizó Juan Ramón Lucas ha sido "récord"; por decir la expresión completa, "nuevo récord", como si quisieras, electricidad, dejar en mal lugar a nuestro bienintencionado presidente.
El récord anunciado, perdón, el nuevo récord, está en 291 euros. Un pasito más y seremos, por fin, como los franceses, que ya te tienen en 346 euros. O como los italianos, que están en los 341. O como los suizos del fiscal Bertossa, en los 322. Si es que cuando te disparas, luz, cuando te disparas tú, sí que no conoces más fronteras que las de Ucrania. Cada soldado que se mueve en esa frontera es un punto que sube el gas y unos puntos que sube la luz. Los que saben medir números han llegado a la conclusión de que, si se compara tu precio mayorista de hoy con el de hace un año, has subido un 496%.
Eres imbatible, electricidad. Bajaron el IVA, cosa que no hacen con los peluqueros, y nada. Suprimieron el impuesto de generación, y nada. Y lo malo es que esos regalos terminan en 16 días, el 31 de diciembre. Ignoro lo que ocurrirá después. De momento, tuyo es un mérito: has destrozado el principio de que todo lo que sube, baja. Y has dado una nueva aplicación a la ley de Murphy: todo lo que es susceptible de subir, nunca para de subir.