Juicio contra Daniel Sancho: las dos versiones que se expondrán ante el tribunal
Manu Marlasca y Luis Rendueles repasan en Territorio Negro las claves del juicio contra Daniel Sancho, que se celebra en menos de un mes en Tailandia.
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Falta menos de un mes para que Daniel Sancho rinda cuentas de lo que hizo en una isla de Tailandia con el hombre con el que mantenía una relación, el cirujano colombiano Edwin Arrieta.
En este Territorio Negro, Manu Marlasca y Luis Rendueles nos van a explicar las claves de esa historia y las dos versiones que se expondrán ante el tribunal de Tailandia, donde Sancho está preso desde que confesara haber matado al médico colombiano.
Así comenzó el caso Daniel Sancho
Esta historia tan terrible explota en agosto del año pasado. Un joven español, Daniel Sancho, viaja a Tailandia. Ha quedado allí, luego se sabrá, con un cirujano plástico colombiano, el doctor Edwin Arrieta.
Daniel Sancho tiene 29 años, es hijo del actor español Rodolfo Sancho y nieto de Sancho Gracia. Se gana la vida haciendo vídeos de cocina, trabaja en un par de restaurantes y hamburgueserías… Lleva un ritmo de vida alto, quizá demasiado alto para lo que gana. Daniel tiene también una novia desde hace unos cinco años.
Y hace aproximadamente un año Daniel ha conocido por redes sociales a un hombre, un cirujano plástico colombiano de 44 años que se llama Edwin Arrieta. El médico, que andaba bien de dinero, viajó a España para verse personalmente en varias ocasiones. Estuvo con Daniel en Madrid, en un pueblo de Segovia, en Ibiza, en Formentera, en varios sitios de Andalucía… Y el pasado mes de agosto, los dos quedaron en verse en Tailandia para asistir a lo que llaman la Full Moon Party, la fiesta de la luna llena.
¿Tenían una relación de pareja Daniel Sancho y Edwin Arrieta?
Públicamente digamos que no. Pero lo cierto es que varios testimonios corroboran que estaban juntos. Y que el médico colombiano era quien pagaba las fiestas y los viajes. Además, había prometido financiar un proyecto un poco grandilocuente de Daniel Sancho, poner una serie de restaurantes de cómida rápida pero de calidad en Colombia, México, Chile…
Daniel Sancho ha contado que los dos tuvieron una relación de pareja durante esos meses. Y que él quiso ponerle fin pero que Arrieta no lo aceptaba, ha hablado de sentirse en una “jaula de cristal”. Y en algunos mensajes anteriores a sus amigos, que conocieron a Arrieta, les decía que se había equivocado, que había hecho un pacto con el diablo. También ha contado que su intención era romper con Edwin Arrieta en ese viaje a Tailandia.
Y Daniel Sancho llega a Tailandia el 31 de julio. Dos días después va a llegar allí Edwin Arrieta
Eso es. El viaje lo paga, de nuevo, el colombiano, que ha reservado un hotel de cinco estrellas en la isla de Koh Panghan, al sur de Tailandia. Daniel Sancho pasa una noche solo en ese hotel y decide, sorprendentemente, alquilar un bungalow junto a una playa, más barato y también con menos medidas de seguridad.
Las imágenes de las compras que incriminan a Daniel Sancho
Un día después de su llegada, las cámaras de seguridad de un supermercado graban a Daniel Sancho comprando un cuchillo, varias bolsas de basura, guantes, estropajos, gomas de atar y algo de fruta. Va a una ferretería y compra una sierra.
La policía tailandesa cree que Daniel Sancho está preparando ya el asesinato de Arrieta. Por eso lo acusan de asesinato premeditado entre otras cosas. Lo cierto es que un día después, estamos en el 2 de agosto, Daniel Sancho recoge a Edwin Arrieta en una moto que ha alquilado. También lo graban varias cámaras de seguridad. Lo lleva al bungalow discreto y cercano a la playa que ha reservado. Allí se produce el crimen.
Las dos versiones del caso tras la última confesión de Sancho
Y aquí hay dos versiones, aunque en las dos, y esto es importante, Daniel Sancho reconoce que descuartizó, que desmembró el cuerpo de Edwin Arrieta.
La versión de la policía tailandesa, que en parte es la primera versión de Daniel Sancho, es que el español atacó a Arrieta en la habitación del bungalow. Que le golpeó y que lo mató de una puñalada al menos. Que luego pasó varias horas desmembrando el cuerpo, para lo que usó una sierra que también había comprado antes y que luego fue arrojando sus restos en diferentes bolsas de basura y también al mar.
La última confesión de Daniel Sancho, que hizo ya desde la cárcel tailandesa donde está esperando el juicio, cuenta que él le explicó a Arrieta que quería dejar la relación y que el cirujano se negó, que se inició una pelea, que el cirujano quiso obligarlo a tener relaciones sexuales en ese momento, que él le golpeó varias veces en la cara y que Arrieta cayó y se golpeó en la parte posterior de la cabeza contra el lavabo de la habitación. “Yo no usé el cuchillo mientras Edwin estaba vivo”, dijo.
Pero sí reconoce, en cualquier caso, haberlo descuartizado después. Daniel Sancho explica en su última confesión, que es la misma que va a sostener durante el juicio, que después de ver que Arrieta estaba muerto intentó cortar el cuerpo con el cuchillo y que incluso, así lo dice, como no estaba suficientemente afilado y le costaba trabajo, se enfadó.
El testimonio de Daniel Sancho en el interrogatorio en la cárcel
Vamos a leer la traducción de lo que cuenta Daniel Sancho en ese interrogatorio en la cárcel del 16 de agosto: “Comencé usando la sierra para cortarle la muñeca izquierda. Luego lo metí en una bolsa de basura. Después corté el brazo y el cuello. Usé el cuchillo para cortar la carne y usé la sierra para cortar los huesos que estaban duros”.
Tarda, dice, unas tres horas en desmembrar el cuerpo de Edwin Arrieta, lo mete en bolsas de basura y las va dejando en varios contenedores repartidos por la isla
También alquila un kayak y se mete en el mar, donde deja también otros restos de la víctima, y también su teléfono móvil y su pasaporte. La dueña de esa tienda de canoas también testificará en el juicio contra Sancho. Llegó nervioso, ansioso, era de noche y ofreció 1.000 dólares por el kayak.
Sancho no recuerda, así consta en el sumario del caso, si cortó el cuerpo de Edwin Arrieta en 17 o 20 trozos. Confesó, eso sí, que metió los restos en ocho o nueve bolsas de basura. Tiró otras seis bolsas al mar, según su declaración.
Esa noche, Daniel Sancho vuelve al lugar del crimen y lo limpia. Pero al día siguiente, en un vertedero de la isla se encuentran las primeras bolsas de basura con restos humanos.
Denuncia por desaparición y posterior confesión
El caso toma mucho ruido en esa isla de Tailandia. Mucho más porque son restos de un varón y no de un varón asiático. Viven del turismo y el asunto se vuelve prioritario. Daniel Sancho decide entonces acudir a la comisaría de la isla y denunciar la desaparición de su compañero de viaje. Ya no va a salir de allí. Lo detienen y él confiesa su participación en el crimen. Incluso colabora en una reconstrucción que se realiza con cámaras y sonido en la habitación del bungalow
Se oye al policía tailandés preguntarle a Daniel Sancho si Arrieta quiso tener sexo con él. Sancho explica lo que ocurrió y cómo le dio un puñetazo.
En esa reconstrucción Daniel Sancho explica su versión y admite que lo mató y que luego desmembró el cuerpo.
Las pruebas del caso Daniel Sancho
La principal prueba son los restos humanos de Edwin Arrieta. No vamos a ser muy explícitos, pero faltan partes importantes del cuerpo de la víctima, por lo que la autopsia no ha podido ser completa. Como sí se ha recuperado la cabeza, se ha analizado y se ha descubierto que Arrieta sufrió la rotura del hueso occipital, en la parte de atrás del cráneo. Ese dato puede ayudar a Sancho porque puede coincidir con su historia de la pelea en la habitación y la caída y el golpe en la cabeza con el lavabo. Los abogados de Sancho insistirán también en algunos golpes y mordiscos que tenía él cuando fue detenido y que demostrarían esa pelea.
Los abogados de la víctima y la fiscalía tailandesa van a insistir en el tema de la premeditación del asesinato. La compra de esa sierra, el cuchillo, el cambio de un hotel turístico y protegido a un bungalow discreto y solitario… Si prueban esa acusación, la condena a Daniel puede ser de cadena perpetua o incluso la pena de muerte, que sigue existiendo en Tailandia aunque hace años que no se ejecuta a ningún extranjero y depende siempre del rey de ese país que cada año perdona o rebaja muchas condenas.
Los abogados de Daniel Sancho han denunciado también algunas supuestas irregularidades en la investigación. Lo van a intentar, pero en Tailandia no parece que eso vaya a prosperar. Es cierto que han ocurrido algunas cosas peculiares. Por ejemplo, los policías se llevaron a Daniel Sancho a cenar a un restaurante espectacular antes de que confesara. Él ha contado que le prometieron que en 48 horas estaría en España si confesaba el crimen. Y el cuchillo que usó para cortar el cuerpo de Edwin Arrieta nunca ha aparecido.
En la habitación donde ocurrió todo se hizo una ceremonia espiritual, una especie de limpieza espiritual budista, y el arma del crimen, que no fue la que compró en aquel supermercado sino un cuchillo del hotel, desapareció.
Es muy complicado que un tribunal tailandés dé espacio a esos episodios. Eso tendría que pelearse en otros ámbitos internacionales o de derechos humanos. En el juicio de Tailandia, donde habrá más de treinta testigos, la batalla será por determinar si Daniel Sancho planeó todo con frialdad y alevosía y mató a Arrieta de esa forma o si se produjo una pelea y la víctima murió de forma accidental.