Soberanía alimentaria, competencia desleal y política europea : ¿cuál es el trasfondo de las protestas masivas de agricultores en Europa?

Una semana más, los responsables del medio de comunicación El Orden Mundial (EOM) repasan los sucesos más relevantes a nivel global. Como es habitual en su sección, Fernando Arancón y Eduardo Saldaña han inaugurado su espacio en 'Julia en la Onda' lanzando una pregunta a los oyentes:

¿Cuánto se han reducido las precipitaciones en el último medio siglo en España?

• 25%
• 20%
• 30%

La respuesta correcta es 25%, lo que quiere decir que en los últimos 50 años se ha reducido en una cuarta parte la cantidad de agua en forma de lluvia y nieve que cae en nuestro país, donde la pluviometría es imprescindible para el desarrollo de un sector tan relevante como es el agrario, que protagoniza estas semanas una serie de protestas en varios países europeos.

Descontento en el campo europeo

Según explican los expertos de EOM, las movilizaciones de agricultores están generando una cierta preocupación en Bruselas, que ya ha anunciado la derogación de una ley que buscaba reducir el uso de pesticidas en los cultivos. Se trata de un tema complejo a nivel europeo porque genera tensión incluso dentro de los propios países de la Unión, como constantan las duras críticas francesas al campo español o el descontento que en países como Hungría y Polonia han generado las políticas de importación de alimentos desde Ucrania.

Saldaña y Alarcón explican que, en el fondo, el conflicto entre los agricultores y las aspiraciones de Bruselas surge de un choque entre los intereses a corto plazo del sector del campo y los planes a medio y largo plazo de la Unión Europea, que busca profundizar en la transición ecológica y en las políticas ambientales. Esta división, afirman los expertos, se está acrecentando en un contexto mundial de refuerzo del proteccionismo en los principales países del mundo.

Un sector deficitario subvencionado

Sin embargo, indican los responsables de El Orden Mundial, la problemática va más allá, y afecta a la propia naturaleza del sector de la agricultura y la ganadería en la Unión Europea: entre el 30% y 35% del presupuesto europeo se destina a subvencionar la Política Agraria Europea, si bien desde Bruselas se sabe que se trata de un sector deficitario y poco competitivo a nivel global.

El campo europeo se subvenciona tanto en nuestro continente no por su rentabilidad, pues desde Bruselas se busca garantizar la soberanía alimentaria en Europa, para no depender de este modo de importaciones de alimentos desde terceros países en situaciones críticas.

Debido a esto, el sector agrario ha salido adelante gracias a las subvenciones europeas y presentando unos márgenes de beneficios muy ajustados para los agricultores; Saldaña y Arancón indican que estos márgenes se han reducido aún más debido al aumento del coste de la energía derivado de la guerra en Ucrania, que ha terminado de poner en pie a los trabajadores del sector.

Competencia con terceros países

Por otro lado, los trabajadores del campo lamentan la naturaleza de los acuerdos de libre comercio que firma la Unión Europea con terceros países, a los que se les permite importar sus productos con unos estándares de sanidad y calidad inferiores a los que se exigen a los agricultores europeos.

En el programa, los analistas han apuntado que, aparte de generar esta competencia desleal, los acuerdos económicos de la Unión perjudican a los pequeños productores mientras que benefician a grandes empresas europeas, que se deslocalizan y trasladan su producción a los países que pueden exportar con estándares más bajos, como Marruecos o África.

Protestas a las puertas de unas elecciones europeas

Al referirse a las protestas desde el punto de vista político, los analistas afirman que se están organizando en torno a movimientos de carácter muy heterogéneos: en países del Norte de Europa, por ejemplo, existen partidos políticos de carácter agrario que cuentan con un sólido electorado y una gran influencia. En las últimas elecciones de Países Bajos, quedó en primer lugar una formación de estas características.

Los expertos de El Orden Mundial señalan que los partidos de izquierdas del sur de Europa, por otro lado, no están consiguiendo ofrecer soluciones a las reivindicaciones de los agricultores, mientras que la extrema derecha está consiguiendo elaborar un discurso convincente que promete soluciones rápidas y simples: acabar con las políticas ambientales en Europa. Cabe destacar que esta agitación está alcanzando su apogeo a menos de 5 meses de la celebración de las elecciones europeas.

Problemas en Texas y en Senegal

En la sección también ha habido tiempo para comentar otras noticias de calado internacional, como la tensión entre el Gobierno federal de Biden y el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott. Tal y como han explicado los expertos de El Orden Mundial, durante los últimos años se ha reforzado de manera muy intensa la frontera entre México y Estados Unidos en Texas.

El control de esta frontera, según indican los analistas de EOM, se está instrumentalizando en un escenario preelectoral, y otros gobernadores republicanos - como el de Florida- están mandando sus propios efectivos a la frontera. El conflicto ha surgido cuando el Gobierno Federal, con Joe Biden a la cabeza, ha afirmado que el control fronterizo es competencia federal: estas declaraciones están provocando conflictos incluso entre las autoridades federales y estatales desplegadas en la zona, que reclaman su competencia en el control migratorio.

Por último, Arancón y Saldaña han hecho referencia al golpe de estados constitucional que ha sucedido en las últimas horas en Senegal, donde el Parlamento ha aprobado - en contra de la constitución- un aplazamiento de las elecciones y ha expulsado a los diputados de la oposición.

Aunque aún es pronto para saber las consecuencias de este movimiento, los analistas se muestran preocupados porque la democracia en Senegal - el único país no autoritario en la zona del Sahel- pueda derrumbarse. El aumento de inestabilidad en la zona, indican los expertos, podría provocar un éxodo aún más masivo desde Senegal, incrementando la presión migratoria en las Islas Canarias.