El coronavirus ha supuesto fomentar los mecanismos de pago digitales para evitar el contacto. China pretende ser el pionero en este campo y ha iniciado un experimento con su propia moneda digital. Entre sus objetivos, se encuentra combatir el poder de las grandes empresas privadas, ya que el Gobierno no quiere que sean ellas las que controlen los pagos online. Este método se diferencia de las cripomonedas, ya que no busca el anonimato, sino que permite controlar todos los pagos que hagan los ciudadanos chinos.
China ha anunciado que la nueva moneda digital permitiría rastrear los pagos y acabar, por ejemplo, con el tráfico de armas o drogas o la corrupción. Sin embargo, el país es una dictadura y existe el riesgo real que se quiera controlar más aún a los ciudadanos.
Los militares armenios han enviado un comunicado al primer ministro del país asiático solicitándole que dimita "para evitar una guerra civil". Este posible golpe de Estado se produce meses después que Armenia perdiera un conflicto armado contra Azerbaiyán, lo que ha creado una fuerte crispación en la sociedad civil por la estrategia del líder.
Serbia es el sexto país del mundo en vacunas puestas contra el coronavirus. Se debe a que cuenta con las de Pfizer, AstraZeneca, pero también la rusa y la china, debido a la buena relación que mantiene con dichos países. Aclaran que no están interesados en la geopolítica, sin embargo, han anunciado que ofrecerán vacunas a otros países próximos como Kosovo, no obstante, la clave se encuentra en que solo podrán ponerse a los serbios que vivan en estos territorios.