Esta semana hemos escuhado varios rumores acerca de la posible invasión de Rusia a Moldavia, concretamente a Transnistria, una región separatista prorrusa muy pequeñita situada al este del país que, aunque de forma unilateral, reconoció su independencia en 1992.
Con el auge de la guerra en Ucrania, y según nos cuentan nuestros expertos de 'El Orden Mundial', "muchos perfiles prorrusos parecidos a los que había en Ucrania están compartiendo el discurso de represión por parte de las autoridades moldavas" algo que podría plantear un nuevo escenario de guerra y abrir la puerta a que esta situación se extienda en otros territorios.
Mientras tanto, esta semana hemos sabido que Rusia ha cortado el suministro de gas a Polonia y Bulgaria por su negativa de pagar en rublos, según ha ordenado Europa para evitar la revalorización del rublo. Esta amenaza, que ha llegado a materializarse y que, en los planes de Putin, evitaría una posible reacción en cadena, no parece aplicar en Alemania, que, según nuestros expertos, "se está poniendo de perfil".
Esta situación podría deberse al acercamiento de posiciones que lleva efectuando varios años el país cambiando tecnología por gas ruso, lo que la convierte en un "lastre geopolítico".