La investigadora de la Universidad de Sevilla Elena Ceballos ha formado parte de la expedición oceanográfica que ha tenido lugar en el Atlántico Norte, a la llanura abisal del puercoespín, como parte del programa EXPORTS, financiado por la NASA y el proyecto OTZ (Ocean Twilight Zone).
El objetivo de la expedición oceanográfica es desarrollar capacidad predictiva del ciclo del carbono oceánico a partir de los satélites que la NASA tiene desplegados por el espacio y desvelar los misterios de la zona crepuscular del océano, que comienza a unos 200 metros de profundidad, donde ya no penetra la luz, y se extiende hasta los 1000 metros. "Es una alegría y un avance que la NASA mire hacía abajo, a los océanos", resalta Ceballos.
Esta franja del mar donde no llega la luz del sol supone el 60% de la superficie del planeta. "Es el mayor pulmón de la Tierra debido a la gran diversidad de fauna que tiene y a su gran extensión", cuenta la investigadora y asegura que es crucial para conocer los niveles futuros de oxígeno, cómo se almacenará el carbono orgánico a largo plazo y los efectos del cambio climático.
"La bomba biológica de carbono es el mecanismo que tienen los océanos para actuar como pulmones de nuestro planeta. Los océanos captan dióxido de carbono que sobra en la atmósfera, lo transforman en materia orgánica y esta materia orgánica la transportan al fondo marino", explica la científica de este proyecto que empezó en 2018 y donde han participado tres buques de investigación de forma simultánea y 150 científicos internacionales
Sin embargo, pese a su importancia clave en la supervivencia del planeta tal y como lo conocemos, es la última frontera de la Tierra sin explorar, de la que se conoce poco y sobre la que ya planea el riesgo de explotación por parte de la humanidad. "Hay que investigar y proteger los océanos. Hay que ser muy cuidadosos, por ejemplo en la pesca donde la parte más superficial está sobreexplotada y ahora se está optando por la más profunda. Comenzar a explotar lo que desconocemos es un peligro", destaca.