Los riesgos de hacer dieta con más de 65 años
La coordinadora de Nutrición de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, Nuria Fernández, explica los posibles efectos perjudiciales de las dietas restrictivas entre las personas de edad más avanzada.
La última guía publicada por la Sociedad Dietética Británica ha llegado a una curiosa conclusión acerca del ejercicio de la dieta en edades avanzadas: los dietistas ingleses afirman que, a partir de los 65 años, es preferible tener un ligero sobrepeso antes que practicar una dieta restrictiva. Naiara Fernández, coordinadora de Nutrición de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología ha conectado con "Julia en la Onda" para analizar las conclusiones de la Sociedad Dietética Británica y para ofrecer algunos consejos para preservar la salud si tenemos ya una edad avanzada.
¿Cómo nos pueden afectar las dietas cuando somos más mayores?
La experta en nutrición ha destacado el riesgo que supone realizar grandes variaciones en la dieta y en la alimentación cuando tenemos más de 65 años: por motivos fisiológicos y de edad, el sistema digestivo pierde capacidades a la hora de absorber las sustancias de la comida y, por ello, podemos arriesgarnos a tener un déficit de proteínas si limitamos nuestra dieta con una edad avanzada.
Esta disminución en la ingesta de proteínas acarrea una serie de problemas muy variados, pues puede provocar una pérdida de masa muscular, aumentar el riesgo de caídas o suponer un déficit de Vitamina D, oligoelementos, B12, ácido fólico o hierro. Antes que sufrir estos problemas, es preferible contar con unos kilos de más, mientras estos no nos incapaciten para movernos o traigan consigo otros problemas de salud.
En su intervención, Naiara Fernández ha explicado que, con la edad, la distribución de la grasa se altera, y que por ello las personas mayores pueden presentar una figura más redondeada. Aunque tenemos que asumir este cambio fisiológico, explica la experta, sí que tiene un cierto riego una acumulación excesiva de grasa abdominal, pues esta rodea órganos tan importantes como el corazón.
¿Hacer pesas con 65 años?
¿Con qué peso se consideraría que hemos llegado sanos a la jubilación? Fernández no ha citado un peso exacto, pues ha preferido destacar la importancia de hacer ejercicio y de "tener una vida lo más saludable posible". La clave para esto es realizar ejercicio de forma regular, y practicar también deportes que nos permitan mantener una fuerza muscular adecuada que nos permita desplazarnos sin caída cuando somos mayores. Aunque se suele recomendar que las personas mayores limiten su actividad física a caminar, es muy saludable que, a medida que crecemos, potenciemos el ejercicio físico cardiovascular, junto a la fuerza, la resistencia y el equilibrio.
"La alimentación es saludable. Todos los alimentos lo son a todas las edades", ha explicado Fernández, que no ha señalado ningún alimento como especialmente nocivo cuando somos mayores. La experta sí que ha recordado que, con la edad, disminuye la absorción de algunos alimentos y sustancias, como el calcio y la vitamina D.
La importancia de juntarse a comer
En su intervención, la experta ha puesto en valor el carácter social de las comidas en grupo, con la familiar o con los amigos: "El acto social de la comida a muchas personas, hasta edades muy avanzadas, les permite disfrutar", ha declarado Fernández, que ha añadido que "es importante que mantengamos ese acto social alrededor de la comida" y que, en ocasiones, las dietas restrictivas pueden empañar estos momentos.