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David Jiménez: "Uno de mis orgullos es no haber aceptado ninguna invitación al palco del Bernabéu"

El periodista y escritor que triunfó con el libro 'El director', ahora presenta su novela 'Días salvajes' en la que relata la "impunidad" que ha logrado adquirir el poder.

ondacero.es

Madrid |

El periodista David Jiménez, conocido por su libreo El Director, ahora presenta su nueva novela 'Días Salvajes', una ficción basada en un accidente de coche que ocurrió en 2013 y en el que el homicida acabó siendo indultado por sus conexiones con el poder político, por lo que Jiménez asegura que la Justicia está "cada vez más politizada" e "influenciable".

"En el proceso de documentación intenté entender el duelo, yendo a terapias de grupo. Sobre todo de padre que perdieron a sus hijos en suicidios. He estado en situaciones terribles pero esas terapias de duelo es quizá lo más duro que he vivido. Salía derrotado pero admirado de cómo esas familias intentaban volver a vivir", explica el autor que reflexiona que todos "tenemos duelos dentro", ya sean despidos, discusiones con un amigo o rupturas.

Relata que la persona que provocó el accidente del que habla en el libro, no pasó por la justicia: "Fue indultado por el ministro de Justicia de entonces, Alberto Ruiz Gallardón. Su hijo tenía un bufete de abogados y tenía una conexión con el homicida. El poder siempre consigue encontrar la salida de emergencia antes que los demás".

'Días salvajes' muestra dos "mundos opuestos" y en ese sentido el autor ha explicado que hay "dos Españas" que se han visto más distanciadas desde la década de los 2.000 que terminó con la crisis de 2008, cuyas "secuelas" el autor cree que siguen presentes. "La gente que vive en La Moraleja no entiende los problemas de los de Villaverde. Esta desigualdad envenena a la sociedad", añade.

Si el hecho hubiera sido al revés y el conductor hubiera sido la persona del barrio humilde, dice Jiménez, "no habría novela", porque el poder no hubiera intervenido.

Cuenta que el entorno del homicida acudía al palco del Bernabéu para buscar una solución: "Nunca fui. Cuando me despidieron de El Mundo, entre las cosas que había en mi cajón eran muchas invitaciones al palco del Bernabéu. Uno de los orgullos que tengo es que rechacé todas. Los periodistas no podemos estar tan cerca del poder. Ahí se deciden muchas cosas". Y detalla que "desde la sombra hay gente que mueve los hilos sin la legitimidad de los votantes".

Reflexiona que hay un "intento de deshumanizar al que piensa diferente" en política y es "un terreno muy peligroso" porque la polarización es cada vez mayor.