Un estudio británico de varias universidades que demuestra que cada vez menos personas de origen humilde se dedica a la cultura. Hace algunas décadas muchos hijos de la clase trabajadora quisieron y consiguieron dedicarse al arte (el cine, la literatura, el diseño, la pintura)… A día de hoy son menos de la mitad que a finales del siglo pasado.
¿Qué consecuencias tiene esa realidad? Pues que películas, libros, novelas y el arte en general acabe reflejando mayoritariamente las preocupaciones de la clase alta. Es decir, las élites económicas hablan sobre todo de sí mismas y por tanto la visión sobre el mundo que dan es sesgada, incompleta y parcial.
El estudio es británico pero perfectamente extrapolable a todo Europa y, sobre todo, es debatible. ¿Por qué la clase trabajadora está retrocediendo en el mundo de la cultura? ¿Es la certificación oficial de la muerte del ascensor social? Lo discutimos con Juan Manuel de Prada, Elisa Beni y Arantxa Tirado.