A Elisa Beni le preocupa que "en la adolescencia hay un repunte muy grande de neomachismo". No está de acuerdo con la opinión de algunos expertos al respecto puesto que "no me convence la parte de demonización de las nuevas tecnologías", y opina que "en el origen hay un machismo arraigado con una doble vuelta de tuerca" que no tiene nada que ver con el uso de redes sociales o Internet.
Manuel Delgado explica que "es un retroceso con respecto a conquistas que creíamos seguras", pero no sólo en torno al machismo. Su origen "tiene que ver con estructuras sociales que no se modifican" y argumenta que "no sólo los varones no han sido influenciados por esas campañas contra el machismo, sino que las chicas también están manteniendo y cultivando viejos lugares comunes que algunos tontos pensábamos operados".
Pilar Rahola cree que "el sexismo es la última frontera, cuando no queden causas en el mundo aún quedará esta porque es muy profunda". Argumenta que "avanzamos en derechos y al mismo tiempo en ese cambio de paradigma se retrocede".