Hacía mucho tiempo que las portadas de tantos diarios e informativos matutinos no coincidían de esa forma asombrosa, pese a las diferentes líneas editoriales. El respiro resultó de Co2.
Lo malo de empezar a esta hora es que se supone que ya hemos tenido tiempo de elaborar un argumento, o una excusa, que justifique que pese a ganar “los buenos” en Grecia, los mercados nos sigan atizando sin piedad. Ahí está la prima, rabiosa, y el Ibex 35, sorbiendo los mocos.
Sería bueno reconocer que solo sabemos que no sabemos nada. Porque lo contrario, es aún peor: lo contrario es asumir que nos engañan. Hasta en España, país virtuoso en la capacidad de olvidar, es mucho pedir que se digieran pronósticos que caducan en un par de horas.