Entre otras decisiones, el nuevo gobierno de centro izquierda incluye el mayor control sobre los banqueros visto hasta ahora en Europa.Todos los bancos o instituciones financieras deberán firmar un código deontológico de obligado cumplimiento, o sea, nada de normas de cortesía de cara a la galería o acuerdos voluntarios de buena praxis. No, obligado cumplimiento y sanciones para los que pretendan burlarlo.
Los bancos no podrán vender productos de dudoso beneficio para sus clientes, ni créditos o hipotecas basura. Tampoco dejarán a la libre elección de sus consejos de Administración los bonus de sus directivos: cómo máximo podrán percibir bonificaciones anuales que no estén por encima del 20% de su salario.
Suponemos que no faltarán voces en Holanda que adviertan del peligro de extremar el control a bancos y banqueros. Pero, afortunadamente para los holandeses, no parece que su nuevo gobierno se deje intimidar por el poder financiero.