Se calcula que la pandemia a cámara lenta causa ya 300.000 muertes al año en la Unión Europea, un gasto sanitario de 800.000 millones de euros y millones de días de trabajo perdidos. Hablamos del aire que respiramos.
El Parlamento Europeo acaba de votar a favor de nuevas medidas, más estrictas, para controlar la calidad del aire apoyándose en informes de la OMS y en recomendaciones y peticiones de los médicos y sistemas sanitarios que señalan una relación directísima entre la contaminación y los casos de cáncer de pulmón, asma y todo tipo de enfermedades cardiovasculares.
Los datos son apabullantes, pero resulta pasmoso comprobar el poco espacio que el tema ocupa en los medios de comunicación. También es pasmoso observar que los partidos más ultraconservadores de Europa han votado en contra. ¿De qué son conservadores? De la salud está claro que no. Solo de la cartera al parecer. La economía siempre por delante de la salud.