Va tomando proporciones crecientes en el debate público la inminente salida de España de la empresa Ferrovial, una noticia que ayer sorprendió a todos, aunque hoy hay diversas informaciones que cuentan que Ferrovial lleva 10 años con la intención de sacar su sede de España.
El imperio de Ferrovial, una de las mayores empresas de nuestro país, se ha construido durante 40 años a base de contratos millonarios de obra pública, es decir, obra pagada por los impuestos de los españoles y generados en el país del que ahora quieren marcharse.
Vamos a hablar de esta operación financiera de Ferrovial en el tiempo de Gabinete: ¿Por qué no acaban de entenderse sus razones? Que el dinero no tiene patria es una frase tan manida como certera y que las grandes fortunas nunca parecen tener suficiente, parece que también, pero es verdad que si Ferrovial se marcha es porque puede hacerlo legalmente. ¿Debería Europa reflexionar sobre la competencia desleal entre países miembros de la misma organización?
¿Cómo encaja que dentro de la Unión existan países donde se propicia el dumping fiscal como es el caso de Países Bajos?