El supermillonario de Las Vegas, Sheldon Adelson, pretende instalar en España un macrocentro empresarial, ya se verá si es en Madrid o en Barcelona, similar a Las Vegas. Esto nos lleva a preguntarle a los Fósforos qué le parecen los casinos y si son trabajadores de este tipo de establecimientos que nos cuenten sus anécdotas.
Un oyente nos cuenta que "todos los juegos de casino estan diseñado para que al menos en 1% siempre tenga más posibilidades de ganar la banca que el jugador. He visto gente que te escupe, que tira la mesa, desencajada y de todo, porque es lo que tiene vivirlo desde el otro lado de la mesa"
Ramón:"Un hombre llevava fichas cuadradas y las ponía una en cada mesa que jugaba. No le tocaba, y el hombre no cambiaba la cara. En una mesa le toca, y al coger las 37 piezas las pone en otra mesa y le vuelve a tocar, sin cambiar la cara. Asustado me quedé"
Tatiana:"Los torneos están en auge en los casinos. Acabo de crear una empresa para saber jugar al texas holden porque hay mucha demanda"
Una oyente nos cuenta su experiencia en Las Vegas: "me llamó mucho la atención que la gente no va ni arreglada al César Palace. Guiris con sandalias, pantaloncitos cortos, bolsas de plástico y los niños"
Un oyente trabaja en un hotel casino del Caribe: "La cultura de casinos es muy diferente a la imagen glamurosa de Europa. La gente va al casino como si fueran a echar la quiniela. Un día al entrar al baño, sentí como había un hombre en el WC. Le hablé pero no respondió, estaba encerrado y no contestaba en media hora. Llame a seguridad y cuando se fue a asomar para ver si estaba bien, se oyó un disparo. Se suicidó. Era un empresario muy conocido con varias empresas y había perdido todo"
Luis: "Yo trabajé para los casinos de Mónaco. Había un famoso español que se dejaba mucho dinero. Hay un árbol que se conoce como el árbol de los colgados, en una sala, la cual esta cerrada pero aún existe en la actualidad.
Javier: "He trabajado en Torrelodones. Un hombre de pueblo vino a pedir un crédito pero estaba cerrado el banco, y se acercó con curiosidad al casino. Le tocó 22 millones de pesetas en las tragaperras, al haber hechado unos duros. El hombre no sabía ni lo que estaba pasando, y cuando se enteró se desmayó y tuvo que venir el médico. Cuando se recuperó, se volvió a su pueblo con todo el dinero y sin pedir un crédito"