Guía básica de la Fiesta de los Patios de Córdoba 2023
Uno de los principales atractivos turísticos de Córdoba son sus patios, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, un lugar de convivencia y centro de la vida familiar y social.
Córdoba | 30.04.2023 15:28
Del 02 al 14 de mayo se celebra la tradicional Fiesta de los Patios de Córdoba, espacios llenos de historia, luz, agua y vegetación que dialogan en un ambiente único, que tuvieron su reconocimiento público con la declaración de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2012 y cuyo protagonismo comenzó a cobrar importancia en 1921. Un mes de mayo donde los patios cordobeses se engalanan con flores y macetas que cuelgan de sus paredes, o se colocan sobre el pavimento empedrado y que completan la esencia de estos lugares emblemáticos sus cuidadores, ornamentando las estancias con muebles antiguos o enseres de cocina.
La imagen del patio cordobés es herencia de la casa islámica
Unos patios caracterizados por la construcción de fachadas orientadas hacia su interior, cuyo aspecto exterior carecía de relevancia, pues se constituía con un simple muro ciego. Tras la conquista cristiana de la ciudad esta estructura arquitectónica se mantuvo y aún perdura en las actuales viviendas.
Ha sido desde siempre una fiesta muy tradicional, que comenzó a través de los propios vecinos de los barrios que daban premios a los patios más bonitos y eso pues dabaprestigio a las familia dentro de la comunidad. Poco a poco se convirtió en reclamo turístico, porque durante mayo se dejaban los patios abiertos para que la gente los viera y diera su opinión. Una tradición que se ha ido heredando de padres a hijos, con mucho colorido, mucho trabajo y mucho geranio. Además tienen una herramienta muy particular para regar las platas, una tradicional caña con una lata en la punta. Un sistema original para poder regar murallas de hasta 400 macetas a una altura entre 2 y 4 metros de altura.
Además de presentar una fachada, un patio se distingue por engalanarse con una multitud de flores plantadas en arriates y macetas, que se cuelgan en las paredes o se colocan sobre el típico pavimento de chino cordobés. Junto a ellas los pozos o las fuentes embellecen el recinto, conformándose una hermosa imagen, claro reflejo del pasado árabe de la ciudad.
Hay rutas para visitar los patios organizadas por el ayuntamiento y otras que están organizadas por barrios, donde yo creo que el más representativo es el barrio de San Basilio por su historia y cercanía con la judería. Son gratuitos y se deja una pequeña ayuda, pero la gente es capaz de hacer colas de horas. Además antes solo se abrían en mayo que era cuando florecían las flores y ahora están abiertas todo el año. La tradición de las plantas sin embargo para estas familias es algo tan natural como ir a comprar el pan.
Los patios se viven en tranquilidad y silencio
Es un festival más que nada contemplativo, donde pasear tranquilamente por la ciudad, celebrando la primavera en armonía y en teoría ni se bebe, ni se baila en los patios, aunque en algunos del barrio de San Basilio sí que organizan pequeñas actuaciones de flamenco en directo con algo de guitarra y cante pero muy recogido y natural. Cada patio presenta una arquitectura singular, fruto de una evolución histórica distinta, de modo que resulta una ardua tarea establecer una tipología. Sin embargo, a grandes rasgos los patios se clasifican en dos grupos básicos:
Patios monumentales y señoriales: aquellos relativos a antiguos palacios de la aristocracia local o a señalados edificios religiosos, como el Patio de los Naranjos, el de la sinagoga o el santuario de la Fuensanta. Por su parte, entre los señoriales, sobresale el Palacio de Viana que integra doce patios en su interior de diferente estilo arquitectónico.
Patios de concurso: todos los que han participado en el concurso municipal desde su inicio en 1921 hasta la actualidad. Se distinguen a su vez dos tipos de clases que se corresponden con las modalidades del certamen: patios de arquitectura antigua y patios de arquitectura moderna o renovada. Los primeros son aquellos que han sido construidos hasta la década de los sesenta y que conservan sus principales características estructurales. En cambio, los patios de arquitectura moderna son aquellos que pertenecen a una nueva vivienda edificada tras la demolición de una anterior o que han sufrido tal nivel de intervención que han perdido sus elementos más significativos.
Algunos días es una dedicación casi en exclusiva de toda la familia
Los secretos de un buen patio cordobés:
- Mejor con plantas viejas: El secreto no está en sembrar muchas macetas nuevas, sino en conservar un geranio con cuatro o cinco años, entero, viejo, torcido, uno de esos que al final presente una moña de flores preciosa.
- Un patio debe de estar limpio como la patena: Se valora mucho la limpieza y el orden. Las paredes además tienen que relucir para que contraste la cal, frente al color que cada uno quiera elegir para sus tiestos.
- Son esenciales tres colores: el añil, propio del sur de Córdoba; el albero; y el color almagre, que es ese color que tiene la Alhambra por fuera. Pero también aporta contraste que algunos tiestos no estén pintados para resaltar los barros. En la Subbética tienen alfarería propia, en la ciudad de Lucena, una alfarería muy antigua. Son macetas vidriadas con manganeso de hierro y una forma muy peculiar que crea el alfarero.
- De aromas, el cordobés entiende y mucho: No puede falta el aroma de azahar, de los naranjos y los limoneros, árboles con mucho encanto y muy presentes en todos (o en casi todos) los patios cordobeses: Es ese sabor a Julio Romero de Torres, de naranjas y limones.
- Ornamentar el patio con los muebles de madera antiguos: Es el momento de sacar todas ese mobiliario antiguo: viejas sillas de enea, o las tocineras, también de madera, porque aunque no puedan estar todo el año en el patio, son días de disfrutar de estos objetos artesanos.
- Que la musicalidad del agua no falte: No hay que olvidar la importancia de la presencia del agua y de su sonido. Muchos de los patios cordobeses tienen alguna que otra fuentecita o una alberca. Ese tintineo del agua es vital para generar la mágica atmósfera del patio cordobés. Además de la función decorativa, refrescante y recreativa que los musulmanes le dieron al agua (el sonido o el juego de reflejos les chiflaba)