EN BUENAS MANOS

Dr. Roi Piñeiro: "Cada niño vacunado nos acercará un poco más al fin de la pandemia"

Para el Dr. Roi Piñeiro Pérez, jefe del Servicio de Pediatría de Hospital Universitario General de Villalba y miembro del Comité de Medicamentos de la Asociación Española de Pediatría (AEP), «no es casualidad que el grupo de mayor incidencia en la actualidad sea los menores de 11 años, justo aquellos que aún no han podido ser vacunados».

Redacción

Madrid | 30.11.2021 13:35

Dr. Roi Piñeiro: "Cada niño vacunado nos acercará un poco más al fin de la pandemia" | Redacción

La Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha dado luz verde a la vacuna frente al Covid en niños de 5 a 11 años y, a pesar de que tanto la transmisibilidad de la infección como la posibilidad de infectarse son más bajas en los niños más pequeños que en los adultos y adolescentes, los pediatras se muestran favorables a inocular a este grupo de población.

Para el Dr. Roi Piñeiro Pérez, jefe del Servicio de Pediatría de Hospital Universitario General de Villalba y miembro del Comité de Medicamentos de la Asociación Española de Pediatría (AEP), «no es casualidad que el grupo de mayor incidencia en la actualidad sea los menores de 11 años, justo aquellos que aún no han podido ser vacunados».

Pregunta.- En base a los estudios realizados y a la situación epidemiológica actual, ¿es recomendable vacunar contra el Covid a los niños de 5 a 11 años cuando ya esté disponible en España?

Respuesta.- El mismo día que la EMA autorizó la vacuna, el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (CAV-AEP) emitió un comunicado en el que recomendaba la vacunación de todos los niños de dicho rango de edad en base a los siguientes puntos:

1. Contemplar el derecho del niño a su protección individual frente a esta enfermedad que, aunque en general en estas edades es leve, puede complicarse en ocasiones.

2. Conseguir y mantener espacios educativos seguros, que permitan la normalización de la escolarización y las relaciones interpersonales de los niños, con el consiguiente bienestar psicoemocional.

3. Lograr la inmunidad de grupo o de rebaño.

4. Disminuir la circulación del SARS-COV-2 y la aparición de nuevas variantes.

5. No privar a la población infantil del beneficio que aporta la vacunación, del que ya gozan los mayores de 12 años (aunque los objetivos en términos de salud sean diferentes).

Los padres que tengan dudas deben consultar directamente a su pediatra de confianza.

P.- ¿Es normal que los padres se muestren reticentes a inocular a sus hijos cuando se dice que es un colectivo al que no le afecta de manera grave la enfermedad?

R.- Es totalmente comprensible. La gravedad de la enfermedad es mucho menor en los niños que en los adultos. En España, la tasa de hospitalizaciones en los niños es 4-6 por cada mil infectados, la de ingresos en UCIP 3-4 por cada 10 000 y la letalidad es extraordinariamente baja, entre 2 y 4 casos por cada 100 000 infectados.

Traducido a números absolutos, desde el inicio de la pandemia se han producido, en nuestro país, al menos, 6000 hospitalizaciones en niños, con 300 ingresos en UCIP y 37 fallecimientos por COVID-19, la mitad de ellos en menores de 10 años. En la actualidad, hay enfermedades frente a las que estamos vacunando que tienen cifras similares o incluso inferiores. Por tanto, y según el CAV-AEP, esta carga de enfermedad por SARS-CoV-2 justifica la vacunación de todos los niños, siempre que existan vacunas con inmunogenicidad, efectividad y seguridad apropiadas.

P.- Cómo pediatra, ¿ve más apropiado informar sobre la vacuna a los padres que recomendarla?

R.- Cuando un experto en salud recomienda una vacuna, está influyendo en la decisión de los padres. Por tanto, yo creo que es siempre mejor informar que recomendar. Otra cosa es que te pidan tu opinión directamente: ¿usted qué haría? Si me hacen esa pregunta a mí la respuesta está clara: yo voy a vacunar a mis dos hijos el primer día que sea posible.. Es por responsabilidad social. Cada niño vacunado nos acercará un poco más al fin de la pandemia, al menos tal y como la hemos conocido. La erradicación del virus ya sabemos que no es un objetivo, al menos a corto plazo. Es un buen momento para que la población entienda que el objetivo principal de las vacunas no es la protección individual, sino la colectiva.