Las manos
La mano es la estructura más completa del cuerpo humano, y junto con la muñeca está compuesta de 29 huesos: diecinueve en la mano y los dedos, ocho en la muñeca, y dos en el antebrazo. Además tiene un sinfín de nervios, músculos, tendones, ligamentos y cartílagos.
Muchos nos preguntamos si se podría escuchar lo que no se dice. En este caso estaríamos también hablando de un elemento fundamental de la comunicación, las manos. En la expresividad no verbal hay un espacio no escrito ni dicho que constituye un auténtico estilo y expresiones como la postura, la mirada y lo que expresan las manos. Es una parte muy importante de la comunicación no verbal, estamos hablando de más del noventa por ciento de elementos que configuran los mensajes y las palabras.
Las manos transmiten confianza, honestidad, seguridad, gestos de crispación y hasta aparentes funciones en las que hay mensaje, complicidad, rechazo o elementos de gran utilidad para dirigirse a los demás.
La mano es la estructura más completa del cuerpo humano, y junto con la muñeca está compuesta de 29 huesos: diecinueve en la mano y los dedos, ocho en la muñeca, y dos en el antebrazo. Además tiene un sinfín de nervios, músculos, tendones, ligamentos y cartílagos.
La muñeca, la mano y los dedos tienen la capacidad de hacer una gran variedad de movimientos.
Dado que esta parte del cuerpo nos permite interactuar con nuestro ambiente y manipularlo, es común que sufra lesiones, y éstas son múltiples y variadas.
La mano puede dañarse como consecuencia de un traumatismo, primera causa en los jóvenes, del uso repetitivo o de la degeneración producto de la edad, como sucede en la artrosis, en la que el desgaste de las articulaciones provoca la deformidad de la mano.
Otras lesiones muy frecuentes son el síndrome del túnel carpiano, la artritis reumatoide, la bursitis, la tendinitis, las fracturas o los esguinces.
Me contaba el otro día la doctora Marta Guillén, experta en traumatología de la mano, los problemas y las limitaciones que supone una lesión de estos órganos, tan sensibles como comunicativos, no ya para una práctica deportiva o laborar, sino para las actividades de la vida diaria. Seguro.