En la adolescencia somos más vulnerables porque ésta es una etapa vital en que la personalidad, la autoestima y el rol social están en pleno desarrollo ante un entorno en el que la presión social por la imagen y el físico es muy elevada.
Según los estudios, 1 de cada 5 adolescentes está en riesgo de desarrollar un TCA, por ello, debemos estar atentos ante cualquier señal de alerta, característica o exposición de un/a adolescente que aumenta su probabilidad de sufrir uno.
Con este propósito, quirónsalud presenta un listado de aquellos factores y señales a los que debemos estar atentos: