EN BUENAS MANOS

Crece la población afectada por el estrés térmico

El calentamiento global está generando, cada vez más, olas de calor más intensas y duraderas, y que están afectando a la salud de las personas. Estos episodios son todavía más alarmantes en las áreas urbanas, donde la mezcla de contaminación por el tráfico, el asfalto y la escasez de zonas verdes convierten a las ciudades en “islas de calor” culpables de un aumento en las patologías directamente relacionadas con la subida de las temperaturas, como los problemas respiratorios y cardiacos o las enfermedades cutáneas relacionadas con un exceso de calor y sudoración.

Redacción

Madrid | 19.07.2022 13:48

Crece la población afectada por el estrés térmico | Redacción

El estrés térmico por calor es un fenómeno que produce en las personas una sensación de malestar que abarca desde náuseas, fatigas y calambres hasta agotamiento extremo y desmayos conocidos como golpes de calor.

El calentamiento global está generando, cada vez más, olas de calor más intensas y duraderas, y que están afectando a la salud de las personas. Estos episodios son todavía más alarmantes en las áreas urbanas, donde la mezcla de contaminación por el tráfico, el asfalto y la escasez de zonas verdes convierten a las ciudades en “islas de calor” culpables de un aumento en las patologías directamente relacionadas con la subida de las temperaturas, como los problemas respiratorios y cardiacos o las enfermedades cutáneas relacionadas con un exceso de calor y sudoración.

Según datos del Ministerio de Transportes de España, aproximadamente el 75 % de la población europea vive en ciudades, por lo que la construcción de más parques y edificios inteligentes y sostenibles que ayuden a regular la temperatura puede resultar decisivo a la hora de mitigar esta situación.

María Sánchez, e-Health Manager de Cigna, destaca la importancia de conocer los peligros que puede tener el estrés térmico en la salud y la importancia de implantar medidas que ayuden a combatirlo. “Prevenir sobre los peligros asociados al incremento brusco de temperaturas puede reducir el número de casos o episodios de estrés térmico, especialmente en el caso de personas de edad avanzada o con problemas cardiovasculares y respiratorios, que son más sensibles, y el grupo de población más vulnerable de cara a estos episodios”.

Desde Cigna, ante su compromiso con el bienestar de las personas, ofrecen una serie de medidas preventivas que ayudan a combatir el estrés térmico producido por las altas temperaturas:

La efectividad de una detección precoz. Es muy importante que se conozcan los síntomas que produce el estrés térmico para poder detectarlo a tiempo y que la situación no se complique.

• Una evolución hacia más zonas verdes. La construcción de más parques es esencial para ayudar a reducir las temperaturas en las ciudades.

Adaptar el ritmo y el puesto de trabajo. Una de las principales medidas para minimizar el riesgo de padecer estrés térmico es aclimatando el lugar de trabajo, creando un espacio fresco y con bajos niveles de humedad a través de una buena ventilación o reduciendo la temperatura del interior.

• Vigilar el agotamiento físico y mental. En general el calor afecta negativamente al cerebro y hace que funcione peor, provocando un estado de aletargamiento y cansancio constante debido al sobreesfuerzo de este órgano para autorregular la temperatura corporal.

• Comidas ligeras y fáciles de digerir. En verano, es muy importante tomar alimentos que sean ricos en agua como las verduras y la fruta ya que son nutritivas, sanas y refrescantes. Se recomienda reducir el consumo de bebidas alcohólicas y azucaradas, ya que aportan nutrientes vacíos y contribuyen a la deshidratación del cuerpo.

• Dormir bien para vivir mejor. Lo ideal para tener un sueño de calidad y saludable es dormir entre 7 y 9 horas, lo que se traduce en una mejor productividad y concentración, y una mejora del sistema inmunitario.