«Durante estas fiestas, la comida está presente de manera constante. De hecho, no hay ninguna celebración que se precie sin que las personas se sienten en torno a una mesa. Se ha demostrado que en aquellas situaciones que comemos con más gente, se ingiere una cantidad de comida superior a cuando lo hacemos solos», explica la Dra. Rocío Rosés, responsable del Hospital de Día de Salud Mental Infantojuvenil del Hospital Sagrat Cor de Barcelona.
Por ello, las Navidades son una época especialmente complicada cuando existe alguna alteración alimentaria tanto a nivel restrictivo (personas que ingieren una cantidad inferior a lo que deberían) o cuando existe una sobre ingesta compulsiva (necesidad de comer una cantidad superior a la que el cuerpo necesita).
Rocío Rosés explica que «se deberían mantener unas pautas sencillas, también durante estos días de comidas frecuentes, con el objetivo de prevenir recaídas en caso que exista algún trastorno de la conducta alimentaria o bien para mantener la salud y el bienestar general.»