El truco definitivo para agrandar los vaqueros que te aprietan
¡Nos encantan los vaqueros! Por eso siempre nos aseguramos de que sean cómodos. Aunque al principio suelen quedar más ajustados, no nos preocupa porque sabemos que con el uso se van adaptando a nuestro cuerpo. Si esto no sucede, te damos un truco que se convertirá en tu mejor aliado.
¿No te has vuelto a poner esos pantalones porque no sabes arreglar la cremallera? ¡Necesitas este truco! | ¿No te has vuelto a poner esos pantalones porque no sabes arreglar la cremallera? ¡Necesitas este truco!
Los vaqueros son esa prenda fundamental que no falta en cualquier armario. A pesar de que es muy versátil y combina con cualquier vestimenta que deseemos lucir, no siempre es fácil acertar con la talla perfecta para que, además de ceñirse perfectamente a nuestra figura, sean cómodos.
Cabe destacar además que, en función de la tienda, podemos llevar una talla u otra.
En más de una ocasión habrás tenido que recurrir al mítico y gracioso bailecito como última alternativa para poder abrocharte el pantalón. No obstante, gracias a este truco definitivo no tendrás que pelearte más con la cremallera.
Se trata de un método perfecto para ese pantalón de tu talla que, al ser tan nuevo, todavía es bastante rígido y limita tu movimiento. Con este truco lograrás estirar sus fibras y hasta sentir que es un poco más elástico.
El secreto para entrar en esos vaqueros que te aprietan
Lo primero que debes hacer es meter tus pantalones en la lavadora y poner en marcha el programa que más se adecúe al tipo de lavado que necesiten.
Posteriormente, te los tendrás que poner húmedos, sin colgarlos en el tendedero, y realizar los siguientes ejercicios:
Sentarte en una silla
Sentadillas
tocarte las puntas de los pies
Cualquier otro movimiento que permita llevar al límite la elasticidad de la prenda
Una vez completados estos pasos, solo tendrás que secarlos y volvértelos a poner. En este momento, caerás en la cuenta de que habrás conseguido que te entren y te abrochen sin necesidad de dar saltitos ni aguantar la respiración.