Madrid | 12.06.2023 16:51
En su informe correspondiente al 2022, el Servicio Jesuita a Migrantes denuncia que los CIE son sinónimo de dolor y de hostilidad y que dan pie a diferentes regímenes interiores que generan desigualdad de derechos. También relatan casos de internamientos no procedentes y lagunas y fallos que violan los derechos humanos de las personas.
El Servicio Jesuita a Migrantes alerta de la detección el año pasado de “internamientos inadecuados o no procedentes como ciudadanos de la UE, solicitantes de protección en otros países, personas con largo arraigo que acaban siendo expulsadas, menores e incluso víctimas de violencia de género”. El autor del informe, Josep Buades, lamenta que esta situación esté afectando a personas vulnerables. "Hay personas que no deberían estar en los CIES", advierte.
El informe plasma además de malas prácticas en los CIE, un panorama desigual en derechos y con escasos servicios sanitarios. Desde el Servicio Jesuita a Migrantes se muestran también muy preocupados por el deterioro de la salud mental y el internamiento de menores, y culpan de nuevo a las lagunas en el reglamento.
Según el Ministerio de Interior 2.082 personas pasaron por estos centros el año pasado -241 más que el año anterior- una media de 3,8 días. 4 de cada 10 internos lo están por haber entrado de forma ilegal o por mera estancia irregular en España, y más del 40% solicitaron protección internacional.