Prisión y cinco años sin canal para el youtuber que dio galletas con pasta de dientes a un mendigo
El Juzgado Penal 9 de Barcelona ha condenado al youtuber ReSet, que ofreció a un mendigo galletas rellenas de pasta de dientes y colgó el vídeo en Youtube, a que no pueda usar la red social durante cinco años y a 15 meses de cárcel.
En la sentencia, recogida por Europa Press, la magistrada, que le condena por un delito contra la integridad moral, le obliga a cerrar por este tiempo su canal de Youtube, que tenía, a fecha del 6 de marzo de 2017, 1,61 millones de suscriptores y 124 millones de visualizaciones, y a no poder crear otros durante estos cinco años.
Asimismo, le condena a indemnizar por daños morales con 20.000 euros al mendigo, que ese día ingirió las galletas, lo que le causó vómitos, mareos y "emocionalmente se sintió triste, llorando", además de preocupado y con temor, recoge la sentencia.
El 1 de noviembre de 2016 el youtuber aceptó el reto unos de sus seguidores, que consistía en ofrecer galletas Oreo con el relleno de pasta de dientes, aunque "para captar de forma más efectiva la atención morbosa de sus seguidores" y conseguir más ingresos con su canal, decidió focalizarlo en una persona sin hogar.
Según relata la juez, el acusado fue a buscar un mendigo en plena calle en Barcelona, le entregó 20 euros y un paquete de galletas que contenía las de pasta de dientes, que esta persona comió, "con ánimo de ridiculizar y vejar a dicha persona, y en general a todas las personas que se encuentran en situación de extrema pobreza".
Así, colgó el vídeo en su canal de Youtube con estas imágenes y dijo en él frases como: 'Esto le ayudará a limpiarse los dientes' y 'La verdad es que se siente bien uno cuando ayudas a una persona', con el que tuvo una gran repercusión en las redes sociales y en los medios.
Tras borrar el vídeo, el 24 de enero de 2017 el youtuber fue a buscar al mendigo con sacos de dormir y mantas, le ofreció 300 euros para que no le denunciara y le propuso pasar la noche con él para hacer un nuevo vídeo "para tratar de congraciarse con la opinión pública", aunque fue interceptado por la Guardia Urbana.
Según la sentencia, en su canal se encontraron otros vídeos en los que vejaba a personas "indefensas y vulnerables", en los que ofrecía a personas un bocadillo supuestamente relleno de excrementos de su gato, sin conseguir que nadie lo comiera.
Por la difusión de estos vídeos consiguió en enero de 2017 un total de 798,29 euros, en febrero de ese año, 1.129,30 euros, y en marzo, 253,92.