Surachate "Big Joke" Hakparn, número dos de la Policía de Tailandia y supervisor de la investigación en el caso 'Daniel Sancho', ha confirmado hoy en una entrevista en Bangkok que los restos del cirujano colombiano Edwin Arrieta ya están "listos para repatriar".
Según ha explicado el policía: "entiendo la necesidad de hacerlo lo antes posible, para que puedan llevarse a cabo las ceremonias y rituales necesarios". Big Joke también ha explicado que está pendiente "hablar con el embajador colombiano sobre si están dispuestos a repatriar el cuerpo", para que el proceso se lleve a cabo con la mayor agilidad posible.
Por otra parte, el número dos admite que de las 14 partes en las que se seccionó el cuerpo, aún no se han podido recuperar todas. Entre las más importantes que quedan por hallar estaría el torso, junto al que se cree que se encuentra el teléfono móvil de Arrieta.
Hakparn ha confirmado también que la víctima se identificó gracias al ADN de su hermana Darling Arrieta, que les facilitó la embajada de Colombia en Tailandia.
Daniel Sancho, de 29 años, está acusado de asesinato premeditado tras su propia confesión, en la que admitió haber matado y descuartizado al colombiano el pasado 2 de agosto en la isla de Phangan, al sur del país. De acuerdo con Big Joke, la policía tiene "pruebas suficientes" contra Sancho y confía que se envíe el informe con los resultados de la investigación a la Fiscalía esta semana. De ser así, podría celebrarse el juicio dentro de entre tres y seis meses.
Hace una semana, la familia del cirujano comunicó, a través de su abogado Miguel González, que está complacida con los avances en la investigación y exigió que Sancho tenga una condena "bastante severa, conforme a la gravedad de los hechos". González comentó entonces que confiaba en que los restos de Arrieta se repatriasen "lo antes posible, para sus padres le puedan dar cristiana sepultura" en su pueblo natal de Lorica (departamento de Córdoba).
Sancho y Arrieta se conocían desde hacía un año, y habían decidido pasar unos días en la paradisíaca isla de Koh Phangan, en Tailandia. Tras degollarlo y desmembrarlo, el joven de 29 años repartió sus restos por diferentes localizaciones de la isla, e incluso en el mar. Sancho fue detenido pocos días después, y ahora se encuentra en prisión provisional en el centro penitenciario de la vecina isla de Ko Samui, mientras espera su juicio.