A esta hora todo está preparado en el hospital San Joan de Déu para que el pequeño Oliver, de dos años y medio, entre en quirófano donde los cirujanos van a tratar de extirparle el máximo del tumor cerebral que padece.
La operación se prevé que se alargue hasta la tarde.
El niño ya fue sometido el pasado viernes a una intervención quirúrgica, que resultó exitosa, para implantarle una válvula capaz de controlar la hipertensión intracraneal que sufre por acumulación de líquido en el cerebro.
Oliver tiene un tumor muy agresivo en el tronco cerebral y viajó a España desde México la semana pasada en un avión medicalizado costeado por un donante desconocido.
Los médicos mexicanos le habían dado semanas de vida si no era operado y no garantizaban la cirugía a corto plazo.