Preservar la tapa con el objetivo de ponerla en valor. Es la idea que el ministro de Cultura en funciones ha trasladado justo hoy, Día Mundial de la Tapa. Íñigo Méndez de Vigo ha recorrido el madrileño Mercado de Vallehermoso, en el que ha degustado productos como jamón de bellota, sidra asturiana ecológica o queso de oveja. Hace unos días, su departamento recogió el guante que le lanzó la Real Academia de Gastronomía con el objetivo de proteger esta costumbre tan nuestra.
"La tapa es una de las muchas cosas buenas que tiene España: es algo que provoca convivialidad,comer de manera sana o compartir. Es uno de los signos distintivos de la Marca España", ha dicho Méndez de Vigo acompañado por el presidente de la Real Academia de Gastronomía, Rafael Ansón. El ministro anunció su intención de proteger las tapas el pasado 31 de mayo, durante un encuentro de prensa con la directora general de la UNESCO, Irina Bokova.
Un proceso que podría durar hasta doce meses
El procedimiento para declarar las tapas como Patrimonio Cultural Inmaterial está regulado en el artículo 12.4 de la Ley 10/2015, de 26 de mayo. En primer lugar, Cultura elaborará un informe que dirigirá al Consejo de Patrimonio Histórico. Después, abrirá un período de información pública y un trámite de audiencia a los distintos sectores interesados. El proceso culminaría con la aprobación de un Real Decreto en Consejo de Ministros. El plazo máximo para resolver todos estos pasos es de doce meses. Actualmente, se encuentran en curso otros tres expedientes de este tipo: sobre la Transhumancia, la Semana Santa y el Carnaval.
Las fuentes consultadas por Onda Cero apuntan que la iniciativa saldrá adelante sin problemas. Méndez de Vigo ha explicado hoy que, una vez se completen los trámites, el Ministerio elevará la propuesta a la UNESCO para que considere las tapas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.