La Policía Nacional efectuó una macrorredada hace casi una semana, el pasado 10 de febrero, en una conocida discoteca de Madrid, la sala Lula Club situada en la calle Gran Vía y donde el novio de Tamara Falcó, Íñigo Onieva, trabaja como director de imagen y relaciones públicas.
Según publica el diario El Mundo, la intervención se saldó sin ningún detenido, pero con cinco actas firmadas por tenencia de drogas y algunas por "consumo y tenencia de sustancias de estupefacientes en el interior del recinto". Además, 37 personas fueron identificadas dentro del establecimiento.
La Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana y los agentes del GOR de la Policía Nacional de la comisaría de Centro irrumpieron por sorpresa en la sala alrededor de las 01:00 horas de la madrugada del pasado viernes. Uno a uno fueron entrando al local, momento en el que se paralizó el ingreso de clientes al interior de la sala.
"Nos tuvieron en la calle hasta que pudimos entrar"
Durante el comienzo del registro, la actividad en la sala se paralizó provocando comentarios de algunos usuarios que esperaban fuera para entrar: "Menuda se montó. Nos tuvieron en la calle hasta que pudimos entrar". El citado diario explica que el registro duró hasta las 03:00 horas y se inició en algunas de las instalaciones del recinto, como baños, reservados y "otros puntos donde se pudiera producir algún tipo de infracción penal".
Poco tiempo después de la entrada de los agentes, la actividad de la discoteca volvió a la normalidad. De hecho, en las imágenes publicadas por El Mundo, se puede ver cómo los DJ siguen pinchando música y la gente bailando mientras los agentes de Policía se encuentran en el interior de la sala.
"Desde su escándalo con Tamara, apenas se ve a Onieva por aquí"
Onieva es el director de Imagen y relaciones públicas de la sala. Según Lula Club, el novio de Tamara Falcó se encarga de promocionar el local y atraer a nuevos clientes, aunque tal y como recoge El Mundo citando a un cliente habitual del club, "desde su escándalo con Tamara, apenas se le ve por aquí".
La sala es una zona exclusiva de la noche madrileña, ya que la entrada -aunque varía en función de quién pinche cada noche- se estima que ronda los 40 euros de media. Además, se pueden reservar zonas privadas para grupos de entre cuatro a ocho personas por un precio que oscila entre los 400 a los 1.600 euros.