El ministerio de Justicia ha anunciado que revisará los delitos "relacionados con excesos en el ejercicio de la libertad de expresión" de tal forma que solo si crean "un riesgo para el orden público o la provocación de conductas violentas" sean castigadas con "penas disuasorias" que no supongan delito de prisión. Además, propone que los "excesos verbales" que se den en un contexto artístico permanezcan "al margen del castigo penal".
El Gobierno dice en un escrito que considera "que el derecho penal ni es la herramienta útil" ni "necesaria" ni "proporcionada" para responder a estas manifestaciones. Justicia señale que el el castigo penal de estas manifestaciones es "un desaliento para la libertad de expresión". Y se justifica en la opinión del "Tribunal Constitucional, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, la Unión Europea y la mayor parte de la doctrina española".
La reforma se anuncia después de la condena al rapero leridano Pablo Hasél a nueve meses de cárcel por un delito de enaltecimiento del terrorismo, e injurias y calumnias a la monarquía y a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, por difundir mensajes atentatorios en redes sociales. La Audiencia Nacional dio el pasado 28 de enero diez días al rapero para entrar en prisión. La condena ha provocado el rechazo de más de 200 artistas, que han salido hoy en su defensa.
Joan Manuel Serrat, Javier Bardem, Fernando Trueba o Vetusta Morla, han firmado un manifiesto en el que reclaman la liberación del rapero y que firman otros artistas que piden la expulsión "del Código Penal este tipo de delitos que no hacen sino cercenar el derecho, no solo de libertad de expresión, sino de libertad ideológica y artística".