¿Es la jornada continua en los colegios perjudicial para las familias?
La jornada escolar continua supone pérdidas de 8.048 millones a las familias y aumenta la desigualdad, según estudio
Un estudio elaborado por el director de Educación en EsadeEcPol, Lucas Gortázar, la profesora de la facultad de Educación de la UAM, Marta Ferrero, y Ángel Martínez, analista en EsadeEcpol, titulado 'Jornada escolar continua: Cómo la pandemia está acelerando un modelo social y educativo regresivo', ha analizado cuál ha sido el impacto sobre las familias que los alumnos tengan la jornada escolar continua.
La jornada escolar continua se trata de un modelo que se ha ido extendiendo cada vez más entre las escuelas de Infantil y Primaria públicas, sobre todo, a raíz de la pandemia del coronavirus, que comenzó en marzo de 2020. Para elaborar este informe, los investigadores han utilizado datos de la Encuesta de Calidad de Vida y se ha consultado a más de 2.000 docentes.
La jornada completa (o partida) está asociada a mejores resultados
El informe concluye queen cuanto al rendimiento académico "no existe evidencia rigurosa" de que la jornada continua sea mejor modelo para los alumnos. Es más, "algunos estudios correlacionales apuntan a que la jornada completa (o partida) está asociada a mejores resultados".
Además, el estudio apunta que "lo que sí existe es evidencia abundante y robusta sobre cómo el tiempo (lectivo y no lectivo) en la escuela supone un impacto positivo en los alumnos en términos académicos y socioemocionales; también que la jornada completa (o partida), con un almuerzo temprano y una pausa después, se adapta mejor a los biorritmos de los alumnos y mejora su salud, ciclos de sueño y bienestar".
La jornada escolar continua supone la pérdida de 8.048 millones de euros de ingresos
Por otra parte, la jornada escolar continua también supone pérdidas económicas en las familias, ya que, en la mayoría de los casos, los dos progenitores trabajan, por lo que necesitan contratar a alguien que cuide de los menores cuando salen del colegio. Según el estudio supone una pérdida de 8.048 millones de euros de ingresos, además de incrementar aún más la brecha de género, ya que 66,4% de este impacto lo asumen las mujeres.
Los investigadores también reconocen que "la evidencia científica apunta a un factor clave habitualmente ignorado en España (clave para la igualdad de género), pero que la pandemia ha puesto de manifiesto: la escuela tiene también una función de custodia o cuidado fundamental".
También alegan que los beneficios de una jornada escolar a tiempo completo (de 9:00/9:30 a 16:00/16:30) con un almuerzo temprano (12:30 o 13:00) y un descanso en alumnado de 3 a 12 años "superan con creces los costes de mantener o incluso ampliar el statu quo".
Cuando la escuela es a tiempo parcial, el empleo de las familias se resiente
Asimismo, destacan que "cuando la escuela es a tiempo parcial, el empleo de las familias se resiente, pues sus jornadas laborales nunca pueden superar las 25 o 28 horas semanales". Esto provoca que uno de los padres tenga que ajustar su horario laboral a la jornada de los menores, papel que normalmente asume la mujer, en el 66,4% de los casos.
Es decir, esto se traduce en que la jornada escolar continua "conlleva enormes costes sociales, económicos y de igualdad de género para las familias españolas".
Los docentes defienden la jornada continua
Por su parte, los profesores encuestados defienden la preferencia de la jornada continua a la completa porque consideran que beneficia al aprendizaje de los alumnos. Y un 65,5% de los docentes han hecho referencia a la conciliación de las familias. Hechos que se contraponen con los resultados del estudio, por lo que los autores apuntan a la subjetividad del docente en sus valoraciones acerca de la jornada continua.
"Considerando al alumnado como el objetivo central de la política educativa, hay un enorme espacio para avanzar en el tipo de organización escolar a adoptar mediante un debate racional, basado en la evidencia científica y, a la vez, que articule espacios de consenso teniendo en cuenta a los distintos actores", explican los investigadores.
La respuesta no debe conducir a reducir el tiempo en la escuela, sino a ampliarlo
Los investigadores también se muestran en contra de la jornada laboral continua en el ámbito psicológico para los alumnos. Porque tras el "gigantesco" impacto que ha tenido la pandemia sobre la salud mental y el bienestar emocional de la comunidad educativa (alumnado, docentes y familias), "la respuesta no debe conducir a reducir el tiempo en la escuela, sino a ampliarlo". "El avance de la jornada matinal está ocurriendo mientras se niega la evidencia disponible sobre sus efectos perniciosos sobre el alumnado y las familias", dicen.