El ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, ha confirmado que los inmigrantes que se encuentran en España en situación irregular volverán a tener derecho a la atención primaria en el Sistema Nacional de Salud, aunque no recuperarán la tarjeta que les fue retirada con la reforma sanitaria en 2012.
Fue una medida controvertida desde que se incluyó en la reforma sanitaria auspiciada por la anterior ministra de Sanidad, Ana Mato. La retirada de la tarjeta sanitaria a los inmigrantes irregulares suscitó las críticas del sector, de las organizacones humanitarias y de algunas comunidades autónomas, que buscaron la manera de seguir atendiendo a los inmigrantes en los centros de salud.
Los inmigrantes serán atendidos de igual forma que lo son en los hospitales, es decir, sin mediar tarjeta sanitaria. Deberán cumplir algunos requisitos, como un tiempo mínimo de empadronamiento y recibirán un documento que les dará derecho a ser atendidos en una comunidad y durante un año, aunque será renovable.
Según Alonso, evitará la saturación de urgencias, además de ser una medida práctica y de salud pública. Algo en lo que coinciden los urgenciólogos, como ha declarado a Onda Cero el presidente de la Sociedad Española de médicos de urgencias, Juan González Armengol, "es una medida absolutamente razonable".
La medida deberá ser aprobada por todas las comunidades en el próximo consejo interterritorial que podría celebrarse tras el verano.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha confirmado esta decisión del Gobierno en una rueda de prensa conjunta con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, que