SE PERMITÍA EL CONSUMO DE ALCOHOL Y TABACO

Desalojan dos locales en Madrid que celebraban fiestas clandestinas con menores

La Policía Municipal de Madrid ha desalojó la pasada madrugada dos locales en los que se celebraban fiestas "clandestinas" con menores en las que se permitía el consumo de alcohol y tabaco.

ondacero.es

Madrid | 08.05.2016 18:08

Según ha informado la Policía Municipal en una nota, ambos establecimientos habían sido alquilados para celebrar estas fiestas ilegales en las que por parte de los organizadores no se garantiza la seguridad de los asistentes, incumpliendo la normativa y generando molestias a los vecinos.

En el local Los Maitines de la calle de San Lorenzo los agentes comprobaron que se superaba el aforo en el cincuenta por ciento de los asistentes. Además 47 de ellos eran menores de edad que celebraban una graduación de fin de curso.

El cierre del local se encontraba bajado, sin permitir la libre salida y entrada de personas, y en el interior era evidente el consumo de alcohol y tabaco.

En el segundo local se localizó a siete menores entre 31 personas asistentes que celebraban una fiesta de cumpleaños, en un local alquilado como vivienda de temporada y en unas condiciones de seguridad e higiene bastante deficientes, según la policía.

La forma de contratación en la mayoría de los casos es similar: el contacto se realiza a través de algún conocido, mayor de edad, en redes sociales o a través de páginas de internet donde se publicitan estos locales.

Al promotor le es indiferente la edad de los asistentes y, una vez conseguida la contratación del local, con barra libre de bebidas alcohólicas y con el único requisito de llenar el aforo, se expiden unos tiques a modo de entradas.

El precio varía, dependiendo del aforo, entre los 16 y 22 euros por persona.

El promotor suele poner a disposición a uno o dos colaboradores encargados de expedir bebidas, recoger tiques y abrir o cerrar las puertas de acceso.

La policía advierte de que en este tipo de locales es habitual encontrase con todas las puertas completamente cerradas, sin posibilidad de acceso o salida libre, con el objetivo de evitar la labor inspectora de la Policía Municipal.

Las salidas de emergencia, si existen, suelen estar bloqueadas con cajas, sin señalizar y ocultas a la vista, lo que haría imposible una evacuación.

Además, los elementos de extinción de incendios suelen ser inexistentes, precarios o estar en malas condiciones.

En algunos casos las instalaciones eléctricas están en pésimas condiciones, sin ningún tipo protección, sirviéndose únicamente de un alargador conectado a un enchufe y rodeado de vasos y botellas con líquidos que podrían derramarse fácilmente.

La Policía Municipal de Madrid ha intensificado el control y vigilancia de estos locales y alerta a los padres de que deben concienciar a sus hijos sobre el riesgo que entrañan.