La varicela es una enfermedad de declaración obligatoria en España. Causada por el virus de la varicela-zóster, es altamente contagiosa y se propaga de manera fácil entre aquellas personas que nunca han tenido dicha enfermedad. El CDC afirma que existe hasta un 90% de probabilidades de contagiarse al tener contacto cercano con alguien que tiene la varicela, siempre y cuando no se haya pasado la dolencia.
Desde el primer y segundo día, las personas con varicela son ya contagiosas, incluso antes de que aparezca el habitual sarpullido. No obstante, la varicela se produce aproximadamente dos semanas después de la exposición a la persona con la enfermedad.
Según la Biblioteca Nacional de Medicina, la manera más fiable de conocer si se ha pasado la enfermedad es la prueba de varicela y el herpes-zóster. Este test comprueba si la persona ha estado alguna vez infectada con el virus con la muestra de sangre de una vena o del líquido de una ampolla.
La prueba de sangre de una vena consiste en la toma de una muestra de una vena de un brazo con una aguja pequeña. Tras insertar la aguja, se extrae sangre y se coloca en un tubo de ensayo, mientras que en el test del líquido de la ampolla el profesional presiona un hisopo de algodón sobre una ampolla para recoger una muestra.
Los resultados determinarán si hay anticuerpos contra el virus, lo que significaría que la persona ya ha contraído en algún momento de su vida la enfermedad.
El CDC sostiene que la mayoría de personas que contraen la varicela una vez quedan inmunes "de por vida", aunque ha habido casos en los que una persona se ha contagiado más de una vez, siendo este supuesto muy raro y poco común.
Por lo general, la enfermedad de varicela dura unos 4 a 7 días, como informa el CDC. El síntoma clásico de la varicela es un sarpullido que se convierte en ampollas llenas de líquido que pican, que al final se vuelven costras. El sarpullido puede aparecer primero en la cara, el pecho y la espalda, y extenderse después al resto del cuerpo, incluido el interior de la boca, los párpados y el área genital. Por lo general, toma una semana para que todas las ampollas se vuelvan costras.
Otros síntomas típicos que pueden comenzar a manifestarse 1 o 2 días antes del sarpullido incluyen: