Herpes Zóster: conoce cómo actúa esta enfermedad causada por la reactivación del virus de la varicela
Hablamos con la médico de familia, Mariam de la Poza, para descubrir cómo afecta este sarpullido cutáneo, también conocido como la 'culebrilla'
El Herpes Zóster, también conocido como la 'culebrilla', "es un cuadro clínico que está causado por la reactivación del virus de la varicela", explica en 'Julia en la Onda', la médico de familia y presidenta de la Sociedad Catalana de Médicos Generales y de Familia (SEMG Cataluña), Mariam de la Poza.
"La infección de la varicela nos deja una inmunidad que hace que el cuerpo la reconozca y no la volvamos a pasar. Sin embargo, ese virus se queda dormido y cuando nos hacemos mayores o nos bajan las defensas, se reactiva en forma de herpes zóster", asegura la experta, que informa de que esta enfermedad vírica consiste en la aparición de una erupción cutánea vesicante y dolorosa. La especialista también ha remarcado que el virus se puede reanimar en más de una ocasión, aunque no es lo más frecuente. Y es que, todo dependerá del estado del paciente, de su edad, de la patología añadida, de su estado de inmunidad…
Cuál es el tratamiento del herpes zóster
De la Poza apunta que lo más importante es tratar cuanto antes el herpes zóster. Seguidamente, explica que el virus se atiende con tratamientos antivirales, mientras que el dolor que causan las ampollas que se forman, se detiene con tratamiento analgésico.
Vamos a tratar el virus con el antiviral y el dolor con analgésicos
Para concienciar sobre esta patología, Salud Públicaha iniciado una estrategia para promocionar la prevención del herpes zóster en España.
Los síntomas más frecuentes
Uno de los síntomas más frecuentes provocados por el herpes zóster es el dolor, el cual puede producirse incluso antes de la aparición de los sarpullidos. Este puede ser tan intenso, que puede provocar incapacitaciones.
Cabe destacar que entre un 5% y un 30% de los pacientes pueden sufrir complicaciones crónicas, entre las que se encuentra la neuralgia postherpética, que puede mantener el dolor de la infección durante años. "Es una de las consecuencias más preocupantes y de las que más puede incapacitar al paciente", concluye la médico de familia.