El verano es la época más calurosa del año, lo que provoca que las altas temperaturas puedan tener repercusiones negativas tanto en el cuerpo de las personas como en algunos territorios, pudiendo provocar graves incendios. Entrados ya en pleno julio, las olas de calor suelen ser comunes. Es por ello que la Dirección General de Protección Civil y Emergencias del Ministerio del Interior ha mandado una alerta por riesgo de incendios forestales.
Según ha informado la AEMET, Agencia Estatal Meteorológica, las zonas más afectadas serán la mitad sur y el cuadrante noreste de la Península, donde se espera que desde el jueves 18 se superen de forma bastante generalizada los 38ºC, alcanzando los 40-42ºC en zonas de los valles del Guadiana, del Tajo y del Ebro; e incluso los 42-44ºC en el valle del Guadalquivir.
El día álgido de este episodio será el viernes 19, cuando los valores superiores a los 40ºC puedan darse de forma más extensa en las zonas anteriormente citadas. En la meseta norte y en Baleares, en especial en el interior de Mallorca, aunque no se cumplan los criterios de ola de calor, se esperan temperaturas elevadas, alcanzándose los 36-38ºC.
España cada verano se ve muy afectada por los incendios, según avalan las estadísticas. De media, se producen unos 17.000 incendios forestales, afectando especialmente a las superficies forestales.
Según los registros de la Dirección General de Protección Civil y Emergencias: una media anual de 80 incendios forestales tienen consecuencias sobre la población, principalmente debido a las evacuaciones preventivas, pero también hay que lamentar fallecidos, heridos, cortes de vías de comunicación y servicios, infraestructuras dañadas.
Esta masa de aire de origen africano vendrá acompañada de polvo en suspensión, que afectará a gran parte de la mitad sur y este peninsular durante el jueves y el viernes.
A partir del sábado 20 es probable una masa de aire atlántica más fresca dé lugar a un descenso moderado de las temperaturas en la vertiente atlántica peninsular. Sin embargo, aún se alcanzarán los 36-38 ºC en la mitad sur peninsular y se podría llegar a los 40ºC en el valle del Guadalquivir.
En el valle del Ebro la incertidumbre es elevada, siendo lo más probable que se establezca el cierzo, por lo que el descenso térmico en el alto Ebro sería notable, aunque en el medio y bajo Ebro aún se podrían alcanzar los 38-40ºC, donde existe la posibilidad de tormentas por la tarde, lo que provocaría un descenso brusco de las temperaturas.
En cuanto a la vertiente mediterránea el sábado es el día álgido ya que el viento de poniente hará subir las temperaturas hasta alcanzar los 40-42ºC e incluso puntualmente los 44 ºC en los valles del Júcar y el Segura.
Hay varias medidas que puede seguir cada ciudadano para evitar el riesgo de incendio durante el verano.
Algunas recomendaciones para evitar males físicos provocados por el calor en estos días de tan altas temperaturas son: