A partir del 1 de septiembre de 2025, entra en vigor una nueva normativa europea que prohíbe el uso del TPO (Trifenilfosfina Óxido) en productos cosméticos, incluyendo los esmaltes semipermanentes. Este compuesto, utilizado como fotoiniciador en la industria de la manicura, ha sido clasificado como una sustancia CMR (carcinógena, mutagénica y tóxica para la reproducción), lo que, evidentemente, ha motivado su exclusión del mercado europeo.
La prohibición afecta tanto a la producción como a la importación y venta de productos que contengan TPO en la Unión Europea. Esto implica que los salones de belleza deberán adaptar sus servicios, utilizando fórmulas alternativas que no incluyan este componente. Además, los consumidores deberán estar atentos a la composición de los productos que utilizan para asegurarse de que cumplen con la nueva normativa.
El uso prolongado de productos que contienen TPO puede generar sequedad, manchas y fragilidad en las uñas. Por ello, recomiendan dejar un descanso mínimo de dos a tres días entre manicuras y evitar mantener el esmalte semipermanente por más de dos semanas en manos y tres semanas en pies.
Por eso, los fabricantes de productos para uñas están reformulando sus esmaltes semipermanentes para eliminar el TPO y utilizar fotoiniciadores alternativos más seguros. La idea es mantener la calidad y durabilidad del producto sin comprometer la salud de los usuarios.