En un comunicado, VW expuso las conclusiones de los análisis realizados después de que hace un mes informara que había detectado "irregularidades" en la certificación de emisiones de CO2 y que podía haber alrededor de 800.000 vehículos del grupo afectados."En las mediciones internas sólo se han encontrado ligeras desviaciones en nueve modelos", apuntó hoy la empresa, que destacó que no se ha confirmado la sospecha que se podían haber manipulado las cifras de consumo de carburante y señaló que no es necesario realizar modificaciones técnicas en los vehículos.
"El impacto negativo en los beneficios de 2.000 millones de euros que se había estimado en un principio no ha sido confirmado", añadió el grupo antes de precisar que cualquier riesgo económico, de carácter menor, será determinado cuando se realicen nuevos análisis.
Los modelos afectados son un Polo, un Scirocco, dos Jetta, dos Golf y tres Passat, con una producción anual de alrededor de 36.000 vehículos, un 0,5 % del total del volumen total de Volkswagen. La compañía informó de que en los próximos días estas mediciones serán revisadas por las autoridades competentes y señaló que los modelos que han superado las pruebas podrán seguir en el mercado sin ningún problema.
Volkswagen ya ha entregado los resultados de sus análisis a la comisión de investigación creada por el Gobierno alemán y a la Oficina Federal de Vehículos a Motor (KBA).
Según esos análisis, las desviaciones detectadas son de "pocos gramos de CO2", lo que se corresponde con un aumento del consumo de esos vehículos de alrededor de 0,1 o 0,2 litros cada 100 kilómetros.
Las filiales de Volkswagen Audi, Skoda y Seat, añadió el grupo, se han comprometido también a poner en marcha procesos similares ante las autoridades correspondientes.