Las tropas rusas han tenido que retirarse de Jarkov, en el este del país. El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, anunció ayer que el Ejército ucraniano había recuperado 2.000 kilómetros cuadrados de terreno. Se trató de una contraofensiva rápida e inesperada para los rusos quienes se vieron obligados a retroceder y desocupar varias localidades de la provincia de Jersón.
Este avance supone que, después de meses con las posiciones estancadas, las tropas ucranianas se han quedado a pocos kilómetros de la frontera con Rusia, lo que supone el mayor logro de Ucrania en los doscientos días de guerra
Así, unos 150 militares rusos han partido desde Borshcheva y Artemivka, en la región de Jarkov, en dos autobuses, un camión y 19 coches "robados", dejando atrás importantes suministros y material, según Kiev. Allí habrían dejado cuatro camiones Kamaz y 20 vehículos blindados Tiger.
Por su parte, Rusia guarda silencio y asegura que el repliegue es parte de su táctica en torno a la región ocupada de Donest. La novedad de este hecho es que han empezado a surgir algunas críticas hacia Vladimir Putin entre los militares y medios que le apoyan.
El Gobierno ruso no contaba con las críticas del gobernador de Chechenia, que ha puesto en tela de juicio la estrategia del Ministerio de Defensa ruso y ha dicho que está dispuesto a ir ante los líderes del país para pedirles explicaciones.