9 de marzo de 2025
Lula da Silva subió hace unos días una imagen a sus redes sociales. En ella se lo ve con un casco, vestido con un mono donde estaba escrita la palabra 'presidente' y con las manos llenas de petróleo en alusión a la cantidad de días que quedaban para que se celebrasen las elecciones presidenciales de Brasil. Porque le falta el dedo meñique de la mano izquierda.
En el año 1964, Lula da Silva entró a trabajar en una fábrica de São Paulo y allí tuvo un accidente laboral con un torno mecánico que le aplastó el dedo meñique de su mano izquierda.
Yo tenía 17 años cuando perdí este dedo
Finalmente, los médicos tomaron la decisión de amputarle dicho dedo. "Yo tenía 17 años cuando perdí este dedo. Si fuera hoy, no lo habría perdido. Me haría un implante y colocaría un dedo mayor que éste", afirmó en una entrevista.
"Pero como era un peón, llegué a las tres de la mañana oliendo a mono de trabajo, oliendo a grasa. El médico me miró a la cara y dijo: '¿Para qué necesita 10 dedos un peoncito? Voy a quitártelo'. Y me quitó el muñón" aseguró cuando asistía en Tatuí a la ceremonia de entrega de 650 nuevas ambulancias para medio millar de municipios del estado de São Paulo.
El médico me miró a la cara y dijo: '¿Para qué necesita 10 dedos un peoncito?.
Lula da Silva ha ganado este domingo las elecciones presidenciales de Brasil por un margen de dos millones de votos sobre Bolsonaro, que aún de momento guarda silencio.
Lula recibió el 50,9% de los votos y Bolsonaro un 49,1%, una diferencia mucho más pequeña de lo que pronosticaban las encuestas y que dejó a Brasil en vilo durante tres horas, lo que tardó en resolverse un recuento angustiante, en las elecciones más ajustadas de la historia del país.