En un discurso pronunciado junto al Papa Francisco en Nairobi, Kenyatta aseguró que "los líderes religiosos del país están dispuestos a afrontar el reto y mantienen un diálogo constante con el Gobierno y sus socios internacionales" para rebajar la tensión.
Kenia, un país mayoritariamente cristiano, ha sufrido en los últimos años el terror del grupo islamista radical Al Shabab, que ha llevado a cabo decenas de atentados en Kenia, entre los que destacan el del centro comercial Westgate o el de la Universidad de Garissa con numerosas víctimas.