La policía británica está en alerta este miércoles tras circular por internet la información de 30 centros de inmigración en el Reino Unido ante los que grupos de extrema derecha planean manifestarse esta noche.
El primer ministro británico, Keir Starmer, advirtió el martes de que las fuerzas del orden tomarán "todas las medidas que sean necesarias" para controlar una nueva ola de las revueltas iniciadas por estos grupos el 30 de julio en la localidad de Southport, en el noroeste de Inglaterra.
Según las autoridades, más de 6.000 policías antidisturbios se preparan para actuar esta noche si fuera necesario.
Los extremistas anti-inmigración y contra el Islam, que se movilizan a través de las redes sociales, protestarán ante unos treinta centros legales especializados en facilitar apoyo a quienes solicitan asilo.
El diario 'Financial Times' reveló hoy que también tienen planes para atacar bufetes de abogados favorables a los inmigrantes.
El primer ministro celebró la pasada noche una segunda reunión de emergencia Cobra con ministros y jefes de policía y se comprometió a hacer todo lo necesario para poner fin a la violencia.
"La reunión Cobra fue para coordinar nuestra respuesta al desorden y dejé muy claro que los involucrados sentirán todo el peso de la ley,", señaló Starmer al término del encuentro.
Las protestas empezaron después del asesinato con arma blanca -el 29 de julio- de tres niñas en un centro recreativo de verano en Southport, donde otros ocho menores y dos adultos resultaron heridos.
El acusado del ataque, Axel Rudakubana, de 17 años, nació en Gales de padres ruandeses, pero los grupos de extrema derecha reaccionaron tras circular por las redes sociales datos erróneos de que el chico era solicitante de asilo.